jueves, 30 de julio de 2015

Esperando la respuesta perfecta en el tiempo perfecto




Señor, ten compasión de nosotros; pues en ti esperamos. Sé nuestra fortaleza cada mañana, nuestra salvación en tiempo de angustia. 
Isaías 33:2


Lectura: Isaías 33:2-6.  Versículo del día: Isaías 33:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Creo que no han sido pocas las veces que nuestra oración es parecida a la de Isaías. Igual, cada mañana nos postramos en su presencia para pedirle fortaleza, y que sepamos esperar. Y si no hubiese sido así, muy seguramente, por lo menos yo, no estaría escribiendo estas letras: “Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del Señor en la tierra de los vivientes” (Salmo 27:13 LBLA).
Sí, el Señor manifiesta su poder. En la desesperación o tiempos de angustia, la condición humana sale a flote y nos decepcionamos, nos enojamos y hasta llegamos a la depresión porque las fuerzas ya no nos dan más. La espera nos parece demasiado larga y preguntamos: ¿Hasta cuándo Señor? Nos queda difícil entender que sus tiempos no son los nuestros y por no saber esperar, podemos coger el camino equivocado o tomar decisiones desacertadas. Miremos lo que nos dice la lectura de hoy: “Él será la seguridad de tus tiempos, te dará en abundancia salvación, sabiduría y conocimiento; el temor del Señor será tu tesoro” (v. 6). Tenemos el mayor tesoro, el más grande y que nadie nos lo puede arrebatar; creemos, honramos y adoramos a nuestro Dios y si es así, en los tiempos espinosos Él es la seguridad; promete darnos abundante salvación, sabiduría y conocimiento. Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros? El Señor tiene la respuesta perfecta, en el tiempo perfecto. Sigamos adelante y no desmayemos.

Amado Señor: Enséñanos a esperar en Ti para crecer y fortalecernos. A aprender cada mañana a conocerte y entender tu voluntad, sabiendo que los sufrimientos producen perseverancia y entereza de carácter para gozarnos en le bendita esperanza que nos espera. Gracias porque vas adelante y nunca llegas tarde.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: