Señor, ten compasión de nosotros; pues en ti esperamos. Sé nuestra fortaleza cada mañana, nuestra salvación en tiempo de angustia.Isaías 33:2
Lectura: Isaías 33:2-6. Versículo del día: Isaías 33:2.
MEDITACIÓN DIARIA
Creo que no han sido
pocas las veces que nuestra oración es parecida a la de Isaías. Igual, cada
mañana nos postramos en su presencia para pedirle fortaleza, y que sepamos
esperar. Y si no hubiese sido así, muy seguramente, por lo menos yo, no estaría
escribiendo estas letras: “Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había
de ver la bondad del Señor en la tierra de los vivientes” (Salmo 27:13 LBLA).
Sí, el Señor manifiesta
su poder. En la desesperación o tiempos de angustia, la condición humana sale a
flote y nos decepcionamos, nos enojamos y hasta llegamos a la depresión porque
las fuerzas ya no nos dan más. La espera nos parece demasiado larga y
preguntamos: ¿Hasta cuándo Señor? Nos queda difícil entender que sus tiempos no
son los nuestros y por no saber esperar, podemos coger el camino equivocado o
tomar decisiones desacertadas. Miremos lo que nos dice la lectura de hoy: “Él
será la seguridad de tus tiempos, te dará en abundancia salvación, sabiduría y
conocimiento; el temor del Señor será tu tesoro” (v. 6). Tenemos el mayor
tesoro, el más grande y que nadie nos lo puede arrebatar; creemos, honramos y
adoramos a nuestro Dios y si es así, en los tiempos espinosos Él es la
seguridad; promete darnos abundante salvación, sabiduría y conocimiento. Si
Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros? El Señor tiene la respuesta
perfecta, en el tiempo perfecto. Sigamos adelante y no desmayemos.
Amado Señor: Enséñanos
a esperar en Ti para crecer y fortalecernos. A aprender cada mañana a conocerte
y entender tu voluntad, sabiendo que los sufrimientos producen perseverancia y
entereza de carácter para gozarnos en le bendita esperanza que nos espera. Gracias
porque vas adelante y nunca llegas tarde.
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario