domingo, 22 de marzo de 2015

Cumplamos su Palabra para no quejarnos



Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará. 
Proverbios 22:6.


Lectura: Proverbios 22:1-16.  Versículo del día: Proverbios 22:6.

MEDITACIÓN DIARIA

¿Qué es instruir al niño en el camino correcto? Es criarlos según la disciplina e instrucción del Señor (Efesios 6:4).  Lo que los niños aprenden en su infancia, jamás se les olvidará. Por eso son tan importante los valores que se les imparta en esa época y el ejemplo que se les dé.  Infortunadamente desde que alguien resultó diciendo que a los niños y jóvenes no hay que castigarlos, el mundo empezó a cambiar. Dice la Palabra de Dios lo siguiente: “La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina la corrige” (v. 15). No hemos sido capaces de sentar nuestra posición y el agua ya nos llegó al cuello. ¿Qué podemos pedir ahora si somos artífices de nuestro propio invento?  Caímos en la red; Satanás sutilmente ha ido llevando todo a su acomodo y la sociedad simplemente accede a todas sus peticiones. Así como la frase que ahora circula en las redes sociales: ‘Y todo está bien’; sí, a todo le dimos el visto bueno. Se prohibió rezar y leer la Biblia en las escuelas, se prohibió que padres y maestros disciplinaran a los niños ¿y ahora de qué nos quejamos? Las niñas desde los diez años o menos ya tienen relaciones sexuales, abortan una y otra vez y la sociedad lo ve como ‘progreso’ en vez de reflexionar, pensar y preguntarse: ¿Qué hemos hecho?
Como cristianos nos corresponde cumplir con lo que Dios nos mandó o de lo contrario, si no estamos de acuerdo con las reglas impuestas por Él, no digamos más que somos cristianos porque no lo somos. “Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.  Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo; llévalas en tu frente como una marca; escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades” (Deuteronomio 6:4-9 el subrayado es personal). Cambia el nombre de Israel por el tuyo porque es Palabra de Dios y también es para ti.

Amado Señor: Te pedimos que nos enseñes a ver tu Palabra como lo que es: Palabra  viva y poderosa que penetra hasta lo más profundo del alma, del espíritu y de la médula de los huesos; que juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. Permite que entendamos que es ‘el manual de convivencia’ que le has dejado al hombre para que sepa cómo comportarse y vivir en este mundo terrenal. Señor, que nada absolutamente nada de tu Palabra hagamos a un lado porque toda ella es verdad.

Un abrazo y bendiciones.

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