En el crisol se prueba la plata y en el horno se prueba el oro, pero al corazón lo prueba el Señor.Proverbios 17:3.
Lectura: Proverbios
17:1-28. Versículo del día: Proverbios
17:3.
MEDITACIÓN DIARIA
Sí; el Señor tiene su
manera de sondear el corazón para ver hasta dónde podemos llegar y cuánto hemos
avanzado (Jeremías 17:10). Cuando nos examina hasta en lo más recóndito de
nuestro ser, lo hace con el ánimo de saber si ya somos dignos de aprobación, si
hemos pasado el examen. “¡Mira! Te he refinado pero no como a la plata; te he
probado en el horno de la aflicción” (Isaías 48:10). Por eso debemos estar lo
más posible tranquilos en las pruebas que nos llegan, sabiendo que todo nos
ayudará para bien (Romanos 8:28). Además de eso el Señor nos manda que seamos
fuertes y valientes porque Él de todas maneras estará con nosotros (Josué 1:9)
No es fácil; más bien
es bien difícil de entender: “Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando
tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su
fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra,
para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada” (Santiago 1:2-4).
No, no, para nada fácil entender esta Escritura porque cuando estamos en
diversas pruebas nos sentimos desfallecer e incluso llegamos a pensar que el
Señor ya se olvidó. Sin embargo nuestra meta debe siempre estar más allá; nada
de lo que aquí nos suceda borrará la gloriosa esperanza que tenemos de una
patria celestial y ese debe ser el aliciente que nos motive a continuar la
carrera. Dios quiere que lleguemos perfectos e íntegros; la buena obra que
empezó en cada uno la terminará con cinceladas que duelen bastante pero que al final se sentirá
orgulloso del trabajo realizado. Ya no será con el cincel que se acercará hacia
nosotros sino con el pincel para delinear cada virtud que ha logrado plasmar en
nuestros corazones. “El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así
también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por
las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando
Jesucristo se revele” (1 Pedro 1:7).
Amado Señor: Quizá para
muchos en estos momentos sus vidas están completamente atribuladas. Te rogamos
para que puedan resistir y después entiendan la obra majestuosa que Tú has
hecho con ellos y en lo que has convertido cada una de sus aflicciones. Gracias
buen Señor; aun sin lograr comprenderlo del todo, te damos gracias porque esa
es tu voluntad.
Un abrazo y
bendiciones.
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