El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado.Proverbios 13:20.
Lectura: Proverbios 13:1-25. Versículo del día: Proverbios 13:20.
MEDITACIÓN DIARIA
¿Quién es el sabio?
El que atiende la corrección de su padre (v.1 en la lectura); el que acata las
órdenes y atesora el conocimiento (Proverbios 10:8 y14). Por eso las enseñanzas
y valores que se reciben en el hogar hay
que aprender a cimentarlos y no olvidarse de ellos. En ocasiones ocurre que al
crecer los hijos hacen más caso a lo que dicen sus amigos que a la instrucción
de sus padres y su formación da un vuelco de 360 grados. El dicho de antaño es muy cierto: ‘Dime con
quién andas y te diré quién eres’. También sabemos que ‘una manzana podrida pudre
a las demás’; infortunadamente un mal amigo puede llevar al otro a la delincuencia
o a la drogadicción porque es más fácil dejarse llevar por los malos hábitos
que cultivar los ya sembrados. A veces también se siguen unas tendencias malas,
solo porque están de moda; lo difícil es después desarraigarlas.
‘El que a buen árbol
se arrima buena sobra lo cobija’. Refugiémonos sin ningún temor en los brazos
de quien desea lo mejor para nosotros y nos cobija como lo hace la gallina con
sus polluelos: el Señor Jesucristo. Por eso lo mejor es ir de su mano, porque
si en algún momento nos desviamos, Él se encargará de volvernos al camino
correcto. No podemos alejarnos del mundo; necesitamos las relaciones
interpersonales bien sea en el trabajo, estudio, iglesia o vecindario. Lo
importante es que seamos nosotros los que impactemos en los demás y no al
revés. Ahí es trascendental el testimonio que manifestemos. “No se dejen
engañar: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios
15:33)
Amado Señor: Enséñanos a ser
bendición para todo el que se nos acerque y marquemos la diferencia entre lo
que el mundo cree y practica, con el amor, la misericordia y el perdón que hemos
recibido como instrucción tuya. Guárdanos de las malas compañías; queremos ser
sabios y complacerte a Ti. ¡Gracias buen Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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