Pero el Señor le dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? ¡Ordena a los israelitas que se pongan en marcha!Éxodo 14:15.
Lectura: Éxodo
14:1-31. Versículo del día: Éxodo 14:15.
MEDITACIÓN DIARIA
Cuando los israelitas
iban llegando al Mar Rojo, se atemorizaron porque vieron que caballos, carros,
jinetes y tropas del faraón los seguían.
Sintieron mucho miedo y clamaron
al Señor no dejando de reclamarle a Moisés el hecho de haberlos sacado de
Egipto. Moisés los calma, diciéndoles: “No tengan miedo —les respondió Moisés.
Mantengan sus posiciones, que hoy mismo serán testigos de la salvación que el
Señor realizará en favor de ustedes. A esos egipcios que hoy ven, ¡jamás
volverán a verlos!” (v. 13).
Los israelitas tenían
que calmarse y confiar en su líder para ver la gloria de Dios. Esto es lo que
nos cuesta: ante las dificultades peleamos, nos estresamos, murmuramos, nos
quejamos e inclusive le echamos la culpa a Dios sin darnos cuenta que si ya le
hemos entregado la situación, Él se encargará de pelear por nosotros y
obtendremos la victoria. Muchas veces creemos hundirnos y no poder resistir. Sin embargo su amor es
tan grande que jamás nos dejará ni abandonará. La cuestión es de creerle y
confiar para después ver toda su gloria manifestada en aquello que a nuestros
ojos era imposible de lograr. El Señor es el Médico por excelencia, el Abogado
perfecto, el Líder mayor, el Amigo fiel y el Consejero sabio. Si no vamos a Él,
¿a quién más podemos recurrir? Al final, nos asombrará su mano prodigiosa.
Amado Señor: Permítenos
estar siempre dependiendo de ti para que la aflicción no nos tome por sorpresa
y que nos paremos firmemente sabiendo que hemos creído en Dios Todopoderoso, el único capaz de
asistirnos verdaderamente en momentos de angustia.
Un abrazo y
bendiciones.
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