martes, 24 de marzo de 2015

El Señor es nuestro fiel amigo




Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo. Después de eso, Moisés regresaba al campamento; pero Josué, su joven asistente, nunca se apartaba de la Tienda de reunión. 
Éxodo 33:11.

Lectura: Éxodo 33:7-23.  Versículo del día: Éxodo 33:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Envidiable la relación de Moisés con el Señor, ¿verdad? Personalmente considero que ese ‘cara a cara’ se refiere más a confiabilidad que a físicamente, pues más adelante dice que Moisés quería ver al Señor y Él no se lo permitió (vv. 18-23). La amistad es creada por un vínculo que hay que cuidar todos los días como si fuese una plantita, para que no se marchite. Igual al amor y es que una amistad sin amor, pues no perdura. La amistad exige sinceridad, ayuda y ante todo perdón.  Perdón porque nos equivocamos muchas veces y sin querer podemos herir. Exige una ayuda moral basada en los consejos, las críticas constructivas y el afecto brindado. El Señor le había dicho a Moisés que no seguiría más con ellos y Moisés muy sinceramente como a su mejor amigo que es, le habla así: “Si no vienes con nosotros, ¿cómo vamos a saber, tu pueblo y yo, que contamos con tu favor? ¿En qué seríamos diferentes de los demás pueblos de la tierra? —Está bien, haré lo que me pides —le dijo el Señor a Moisés—, pues cuentas con mi favor y te considero mi amigo” (vv. 16-17). Miremos hasta dónde llegó su amistad que el Señor por amor a Moisés y a su pueblo, cambió de parecer.
De esta historia real podemos aprender bastante respecto a nuestra relación con Dios. Hay que todos los días hablar con Él, decirle que lo amamos, admirarlo y adorarlo por su grandeza y poder. Hay que hablarle sinceramente diciéndole lo que nos gusta y lo que no; al fin de cuentas Él es Dios y lo sabe todo, entonces ¿para qué pensar en engañarlo? También hay que saber escucharlo para aceptar sus consejos y mandatos. En tiempos de Moisés, el Señor le hablaba directamente; ahora nos ha dejado su Palabra y en ella encontramos sus deseos. Escudriñémosla, aprendámosla y pongámosla en práctica para decir en verdad que también el Señor es nuestro Gran Amigo Inseparable.

Amado Señor: Así como a Moisés lo consideraste tu amigo, sabemos que del mismo modo a nosotros nos reconoces como tus amigos. Permite que seamos completamente transparentes ante Ti y que nuestros lazos de unión cada día se vean más arraigados y compenetrados con tu Palabra que es verdad.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: