miércoles, 20 de agosto de 2014

Su venida condicionada a la evangelización





El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan. 
2 Pedro 3:9.

Lectura: 2 Pedro 3:1-18.  Versículo del día: 2 Pedro 3:9.

MEDITACIÓN DIARIA

El apóstol aquí nos habla de la Segunda Venida del Señor Jesucristo, la cual se cumplirá en el tiempo exacto de Dios.  Nosotros mismos como cristianos, deseamos que sea pronto este acontecimiento, pero miremos lo que dice el versículo: “él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan”.  El Señor sigue esperando porque su deseo es que nadie se pierda.  El Señor ascendió al cielo y vendrá otra vez de la misma manera (Hechos 1:11).
Pero antes de su ascensión, Él instruyó a sus discípulos y les dejó la comisión de ir por todo el mundo a predicar el Evangelio (Mateo 28:19-20 y Hechos 1:8).  Los cristianos somos los responsables de seguir con el cumplimiento de lo encomendado y si el Señor no ha regresado, en vez de creer que esto no va a suceder, tenemos es que ser más activos en difundir el mensaje de salvación.  Hay que compartir a tiempo y a destiempo, con denuedo, decisión y especialmente con nuestro testimonio que muy seguramente valdrá mucho más que las palabras.  “Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto, y en paz con él.  Tengan presente que la paciencia de nuestro Señor significa salvación, tal como les escribió también nuestro querido hermano Pablo, con la sabiduría que Dios le dio” (vv. 14-15 en la lectura).
Nuestra misión: tener compasión de los pecadores, hablándoles de Dios y de su amor a través de su Hijo, Jesús.

Amado Señor: Gracias porque sabemos que tu venida será incuestionable.  Gracias por el sacrificio que hiciste en la cruz para bien de toda la humanidad.  Enséñanos a serte fieles e ir a ser tus testigos ante tanta gente necesitada de ti; a instruirlos y levantarlos para que te conozcan, y acepten tu mensaje.

Un abrazo y bendiciones.

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