No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición.1 Pedro 3:9.
Lectura: 1 Pedro 3:8-17. Versículo del día: 1 Pedro 3:9.
MEDITACIÓN DIARIA
¡Cuánto nos cuesta
callar y quedarnos quietos cuando nos ofenden!
En momentos de ira se nos olvida que somos cristianos y queremos
vengarnos. Pero esto no es lo que el
Señor espera de nosotros. El mismo Señor
sufrió humillaciones, burlas, y padecimientos indecibles; sin embargo entre sus
últimas palabras hubo un: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”
(Lucas 23:34). El Señor predicaba un
evangelio de amor y nos dejó su amor para que aprendiéramos a vivir en amor. “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen
los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse
los unos a los otros” (Juan 13:34). Un
mandato sin condición alguna, sea amigo o no.
“Pero yo les digo: Amen a sus
enemigos y oren por quienes los persiguen” (Mateo 5:44); estas palabras se las
dijo el Señor a sus seguidores, aclarándoles además, que no hay ninguna gracia
amando solamente a los que nos hacen bien.
Refiriéndonos al
versículo del día, se nos dice que somos llamados a bendecir; y si esto es lo
que Dios quiere no podemos hacer otra cosa, así seamos también vituperados y ridiculizados. La lectura termina con estas palabras: “Es
preferible sufrir por hacer el bien que por hacer el mal” (v. 17 en la
lectura). Nuestro deber es amar y
bendecir, incondicionalmente.
Amado Señor: No es
fácil poner la otra mejilla cuando ya nos han dado la primera bofetada, pero tu Palabra también dice que todo lo
podemos en Ti porque eres nuestra fortaleza.
Derrame de tu Espíritu en los tuyos, para que el fruto del amor crezca
incondicionalmente en nuestros corazones.
Un abrazo y
bendiciones.
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