jueves, 21 de agosto de 2014

Ser en verdad misericordiosos



¡También yo podría hablar del mismo modo  si estuvieran ustedes en mi lugar! ¡También yo pronunciaría bellos discursos en su contra,  meneando con sarcasmo la cabeza! 
Job 16:4.


Lectura: Job 16:1-22.  Versículo del día: Job 16:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Estas fueron las palabras de Job hacia sus amigos:  Elifaz de Temán, Bildad de Súah, y Zofar de Namat.  A pesar de que salieron de sus lugares y acordaron ir a visitarlo; a pesar de haber hecho duelo por él (Job 2:11-13), cuando empezaron a hablar, argumentó cada uno sus propias conclusiones y más fue el dolor que le causaron que el ánimo que le dieron.  Job sabía perfectamente como era su oración ante el Señor y desgarraba su alma ante Él, creyendo firmemente que es el único que puede en realidad escucharnos y no recriminarnos (vv. 17-21).   
Definitivamente como dice el dicho: ‘Con esos amigos, para qué enemigos’.  ¿Cuántas veces sucede lo mismo en el ámbito cristiano?  Y digo en el cristiano porque es donde más se debería dar testimonio.  No les podemos pedir a los inconversos que actúen de manera distinta porque ellos no conocen las Escrituras, pero nosotros sí.  Sin embargo, ante cualquier caída, aplicamos más bien el de: ‘Al caído, caerle”.  Se nos olvida que la exhortación debe hacerse con amor, con compasión y sin juzgamiento alguno.  Ahora, se ve por otro lado que si una persona está mal, llámese emocional, espiritual, económica o físicamente, en muchas ocasiones ni siquiera recibe un saludo, una visita o una oración.  No sé que será peor: si la indiferencia o la crítica.
Reflexionemos sobre el tema y pidámosle al Señor nos de la capacidad necesaria para aprender a ser en verdad misericordiosos.

Amado Dios: Gracias por tu Palabra y la instrucción que día a día nos ofreces. Te rogamos buen Señor que pongas en nuestros corazones el deseo y la sabiduría para tender no solo la mano sino todas nuestras fuerzas al abatido de espíritu y al que está en la travesía del desierto.
 
Un abrazo y bendiciones. 

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