sábado, 23 de agosto de 2014

Nuestro testimonio se basa en el amor




Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que en ningún asesino permanece la vida eterna. 
1 Juan 3:15.


Lectura: 1 Juan 3:11-24.  Versículo del día: 1 Juan 3:15.

MEDITACIÓN DIARIA

El que odia se convierte en asesino.  Dios quiere que todos nos amemos, como Él nos amó. El que no  ama no ha conocido a Dios porque Dios es amor (1Juan 4:8).
Es tan importante el amor hacia el prójimo que el mismo Señor lo puso enseguida del amor a Dios.  Y es que el amor es básico en un cristiano. Por eso hay que aprender a perdonar.  Eso de ‘perdono pero no olvido’, no es válido.  Hay que tomar la decisión de perdonar del mismo modo como Dios nos perdonó; y Él dice que nunca más se acordará de nuestras transgresiones (Jeremías 31:34); además las echó lejos como lejos está el oriente del occidente (Salmo 103:12). Si eso lo hace Dios, siendo quien es, ¿Quiénes nos creemos nosotros para no hacerlo?
Debemos permitir que el amor de Dios fluya de manera natural, no solo por los que nos ofenden sino también  por los que sufren y pasan necesidades. Por esto es que nuestro amor no debe ser  “de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad” (v. 18 en la lectura).

Amado Señor: Gracias por el amor y perdón tan grande que nos ofreces día tras día.  Permite que tus hijos practiquemos el verdadero amor que nos dejaste como legado y que entendamos que sin él, nada somos.  Enséñanos a hablar menos y a demostrar que somos diferentes con hechos y no de palabras fingidas; que amamos, porque nos amaste primero.   

Un abrazo y bendiciones.

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