Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.2 Crónicas 7:14.
Lectura: 2 Crónicas
7:11-22. Versículo del día: 2 Crónicas
7:14.
MEDITACIÓN DIARIA
Lo he dicho en otros
devocionales: es al pueblo de Dios que va dirigido este mensaje; no es a los de
afuera. El Señor le hablaba al pueblo de
Israel y ahora nosotros los cristianos somos su pueblo. No dejemos más a un lado tan seria
advertencia condicional. Pongámosle la
atención debida y miremos qué es lo que sucede sí hacemos lo que el Señor nos manda: “escucharé, perdonaré y
restauraré”. Pero, ¿cuál es la
condición? Humillarse, orarle, buscarle y abandonar la mala conducta. ¿Queremos
una vida, matrimonio o país mejor? Ya
sabemos la clave. El Señor mantendrá
abierto los ojos y sus oídos atentos a las oraciones (v. 15).
El pueblo cristiano
tiene que concientizarse que no sigue una religión más; que el cristianismo es
un modo de vida y que para que se vea el fruto hay que perseverar hasta
alcanzar la madurez espiritual, que nos permita la unidad. Unidad que nos llevará a vivir sin peros, sin
envidias, sin contiendas y deseando de verdad, un cambio total en nuestra
sociedad. Es nuestro deber como cristianos, humillarnos ante Dios y pedir
perdón por tanta sangre derramada en nuestra nación.
Amado Señor: Te pedimos
perdón porque se nos olvida frecuentemente quienes éramos antes de conocerte y
no reconocemos tu grandeza como nuestro Dios y Salvador. Queremos clamarte de una manera especial por
nuestra patria que ha sido tan lastimada; el pueblo gime y la oración es porque
verdaderamente comprenda, ‘las palabras del que murió en la cruz’.
Un abrazo y
bendiciones.
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