martes, 19 de agosto de 2014

Buscar alimentarnos bien



Deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación. 
1 Pedro 2:2.


Lectura: 1 Pedro 2:1-12.  Versículo del día: 1 Pedro 2:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando conocemos al Señor somos nuevas criaturas, creación nueva (2 Corintios 5:17); nacemos de nuevo (Juan 3:3), y este nacimiento nos implica empezar a alimentarnos y desear la leche pura de la Palabra para ir creciendo espiritualmente.  Veamos que tiene que ser pura; no una leche adulterada para no contaminarnos.  Un bebé no puede subsistir si no se alimenta de leche y es el primer paso, para después ir digiriendo alimento más sólido. Igualmente pasa con nosotros, en un comienzo tomamos leche espiritual; pero poco a poco a medida que vamos creciendo, vamos también aumentando la dosis, hasta empezar con alimento más sólido. “Yo, hermanos, no pude dirigirme a ustedes como a espirituales sino como a inmaduros, apenas niños en Cristo.  Les di leche porque no podían asimilar alimento sólido, ni pueden todavía,  pues aún son inmaduros” (1 Corintios 3:1-3a).  Quizá cuando conocemos al Señor, nos encontramos con ese primer amor y queremos hacer todo lo que nos dicen por agradarle.  Sin embargo, muy temprano se nos olvida que si queremos crecer, también tenemos que dejar atrás: celos, envidias, contiendas, divisiones, orgullo, odios y rencores.
La Palabra es la leche no adulterada y nos tenemos que alimentar con ella día tras día para que resistamos los dardos del enemigo, y vayamos progresando en sabiduría y en el conocimiento de Dios. Busquémosla ansiosamente para no retardar el desarrollo.

Amado Señor: Permite que tu Palabra penetre hasta el fondo de nuestros corazones y la deseemos con más ansias cada nuevo amanecer.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: