Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse.Santiago 1:19.
Lectura: Santiago
1:19-27. Versículo del día: Santiago
1:19.
MEDITACIÓN DIARIA
Sin lugar a dudas, Dios
en su infinita sapiencia, sabía por qué nos había dotado de dos oídos y una
lengua. Sin embargo, somos dados a no poner en práctica como debería ser, estos
órganos. Utilizamos más la lengua para
hablar y hablar; e incluso para indignarnos, airarnos y herir a otros, sin
medir las consecuencias. Tenemos que
estar más pendientes de cómo procedemos; pues es el testimonio que estamos
mostrando y el que hablará del Señor a través nuestro. Si practicamos el ser
lentos para hablar, seguramente vamos también a ser lentos para enojarnos (Proverbios
14:29). Y es que es más importante el
prestar atención a lo que se nos dice que hacer alarde con palabras vanas. “El
que tenga oídos, que oiga” (Mateo 13:9), dijo el mismo Señor Jesús enseñando a
sus discípulos.
Empecemos por atender
de una vez lo que se nos está diciendo aquí en el versículo del día, para que
en verdad actuemos como nos corresponde hacerlo; de este modo estaremos
llevando la vida justa que Dios desea de nosotros (v. 20 en la lectura). Recordemos que la fe viene por el oír, y el oír,
por la Palabra de Dios (Romanos 10:17).
Amado Señor: muchas
gracias por recordarnos nuevamente el escuchar más y hablar menos. Te pedimos sabiduría para así poner en
práctica tan difícil labor para la mayoría de personas. Perdónanos porque a
veces nos dejamos llevar por las palabras y no solamente te ofendemos a ti sino
también a los que están a nuestro lado.
Un abrazo y
bendiciones.
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