La senda de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora: su esplendor va en aumento hasta que el día alcanza su plenitud.Proverbios 4:18.
Lectura: Proverbios
4:1-27. Versículo del día: Proverbios
4:18.
MEDITACIÓN DIARIA
Gracias a Dios nosotros
los cristianos hemos pasado de muerte a vida; de tinieblas a luz; de noche a
día. Y ese día tiene que empezar desde nuestra misma entrega al Señor Jesús, donde ya hemos sido justificados por su sangre:
“será como la luz de la aurora en un amanecer sin nubes, que tras la lluvia
resplandece para que brote la hierba en la tierra”. (2 Samuel 23:4). Va por
etapas, en aumento. Dice el apóstol Pablo: “Así, todos nosotros, que con el rostro
descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que
es el Espíritu”. (2 Corintios 3:18).
Sin duda alguna, en
esas etapas que van cruzando el día, tendremos tiempos borrascosos, tiempos
desérticos. No importa que la lluvia nos atropelle; más bien permitiendo que
todos estos tropiezos sean de gran provecho, porque nos van transformando hasta
lograr el propósito de Dios en cada uno. Sin temer el pasarlos porque: “Tu vida será
más radiante que el sol de mediodía, y la oscuridad será como el amanecer”.
(Job 11:17).
Debemos subir siempre
por el sendero de la vida; permitir que el esplendor vaya de aumento en aumento
y estar listos para alcanzar el día
perfecto. “De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la
plena estatura de Cristo” (Efesios 4:13).
En ese día, la plenitud será total.
Amado Señor: Muchas
gracias por permitir que crezcamos de tal modo que nuestro esplendor vaya en
aumento a medida que pasa el día. Te pedimos que nos muevas a compartir ese
hermoso amanecer a todos aquellos que todavía no conocen los primeros albores
de la aurora y andan en tinieblas.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario