Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará.Proverbios 22:6.
Lectura: Proverbios
22:1-16. Versículo del día: Proverbios
22:6.
MEDITACIÓN DIARIA
Muy interesante este
versículo para tener siempre en cuenta por todos los padres, abuelos e instructores.
Como padres cristianos tenemos la obligación de instruir a los niños en el
camino correcto, no solamente llenándolos de palabras sino también con el
ejemplo; siempre he creído que la autoridad no se impone sino que se gana.
Lo que hemos aprendido,
ir transmitiéndoselo a ellos; es un mandato: “Grábate en el corazón estas
palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de
ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes
y cuando te levantes” (Deuteronomio 6:6-7).
Sin embargo, también sería muy importante, ponerle atención al siguiente
versículo: “Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según
la disciplina e instrucción del Señor” (Efesios 6:4). Los padres tenemos que pedirle al Señor mucha
sabiduría para que esas enseñanzas impartidas, no lleguen a acosarlos y
ahogarlos porque puede suceder lo visto en muchas familias cristianas
especialmente de pastores, donde los hijos se han llevado tan mal por el camino
del Señor, que en vez de atraerlos, los han alejado. Esto porque simplemente los han saturado con
prohibiciones y han querido tenerlos como encapsulados, sin darse cuenta que
tarde o temprano se enfrentarán a un mundo hostil, caído y perturbador. Hay que
poner los píes sobre la tierra y entender que mientras estemos aquí, no podemos
flotar en el aire.
Una frase célebre dice:
"No puedo evitar que las aves vuelen sobre mi cabeza, pero sí puedo evitar
que hagan nido sobre ella". Eso
exactamente es lo que tenemos que infundir en los niños y jóvenes actuales. La
inmoralidad sexual, la avaricia, la mentira, la desobediencia, la incredulidad,
el desacato a la autoridad, la corrupción y todo lo demás que viene de la
naturaleza pecaminosa, estarán rodeándonos continuamente, pero tenemos que impedir
que hagan mella sobre nuestras vidas; y solamente lo podemos lograr con la
ayuda del Espíritu Santo quien nos dará de su fruto prodigioso para salir victoriosos
ante cualquier situación.
Amado Señor: Enséñanos
a depender exclusivamente de ti, al educar en tu verdad a nuestros niños, para
no exacerbarlos y confundirlos desde su infancia. Los ponemos hoy en tus manos
y te rogamos nos des la capacidad suficiente, llena de sabiduría y amor para
dirigirlos siempre hacia tus píes.
Un abrazo y
bendiciones.
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