El que habla por cuenta propia busca su vanagloria; en cambio, el que busca glorificar al que lo envió es una persona íntegra y sin doblez.Juan 7:18.
Lectura: Juan
7:14-24. Versículo del día: Juan 7:18.
MEDITACIÓN DIARIA
Algunos no siguen al
Señor porque temen que los suyos no lo acepten o porque les parece que en el
mundo ocupan posiciones elevadas y el decir que se es cristiano, les quitaría
privilegios: “Preferían recibir honores de los hombres más que de parte de Dios
(Juan 12:43).
¿De qué sirve tener
todo aquí en la tierra si se pierde lo más importante que es la salvación? La
vanagloria del mundo se queda en el mundo; por más riqueza, honores, estrellas
y trofeos que se consigan aquí; aquí se quedan. No voy a decir que por esto se
tiene que ser mediocre; al contrario, todo lo que hagamos hay que hacerlo con
excelencia y entender que con los triunfos hay que exaltar a Dios primero que
todo, y recibirlos con humildad sabiendo que provienen de Él. “Así dice el Señor: «Que no se gloríe el sabio
de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. (Jeremías 9:23). Hay que glorificar solo al Señor; conocerlo a Él es lo que vale la pena porque
es el único que actúa con verdadero amor, derecho y justicia. Esto es lo que a
Dios le agrada (Jeremías 9:24b), y esa es la verdadera vanagloria que todos debemos
buscar. Los honores del mundo no valen nada, lo importante es el honor que
viene de parte de Dios.
Busquemos glorificar a
Dios con corazón dispuesto a hacer su voluntad y a aceptar las enseñanzas de su
Hijo Jesús. Si nos conducimos integralmente de su mano, vamos a cosechar muchas
coronas en el cielo y allí los tesoros perduraran para siempre.
Amado Dios: Gracias por
entender que nos has concedido la vida eterna como el mejor regalo a través de
tu Hijo Jesucristo. Permite que la vanagloria del mundo no nos quite la mirada
de ti, sino al contrario: que nos sirva para engrandecer tu nombre y darte todo
el honor que mereces.
Un abrazo y
bendiciones.
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