Bendito el hombre que confía en el Señor, y pone su confianza en él.Jeremías 17:7.
Lectura: Jeremías
17:5-18. Versículo: Jeremías 18:7.
MEDITACIÓN DIARIA
¿Cómo será el hombre
que confía en el Señor? Enseguida nos lo describe el mismo Señor: “Será como un
árbol plantado junto al agua, que
extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus
hojas están siempre verdes. En época de
sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto»” (v. 8).
El hombre que confía en
el Señor es igual al que sigue una conducta recta e intachable (Salmo 1:3). Y es que para ser una persona integral, hay
que aprender a confiar plenamente en Dios; de lo contrario estaremos poniendo
nuestra fe, en manos de lo que primero se nos aparezca. Y "Cuando se deja de creer en Dios, ya
no se puede creer en nada, y el problema más grave es que, entonces, se puede
creer en cualquier cosa" (Chesterton).
Por eso, no hay que ser
pedantes ni orgullosos y creer que todas
nos las sabemos; que no necesitamos a nadie ni de nadie, porque nos basta con nosotros mismos. Al respecto el Señor dice: “¡Maldito el hombre
que confía en el hombre! ¡Maldito el que
se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor!” (v. 5 en la
lectura). Así como el Señor asimila al que confía en Él, plantado junto al
agua; del que se apoya en su propia fuerza dice: que morará en la sequedad del
desierto, en tierras de sal, donde nadie habita y ni siquiera se dará cuenta cuando llegue el bien (v. 6).
¿Cómo queremos llevar
nuestra vida? Apacible, tranquila, con
frutos verdes a pesar del calor; o por el contrario: afanados, malhumorados y
solos. De nosotros depende. El Señor nos da las dos opciones. Tú miras
cuál quieres escoger.
Amado Señor: Enséñanos
a confiar plenamente en ti. A llevar un
modo de vida basado en tu Palabra, donde siempre tengamos la mirada puesta
firmemente en ti. Gracias buen Dios.
Un abrazo y
bendiciones.
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