martes, 25 de marzo de 2014

Confiar plenamente en el Señor




Bendito el hombre que confía en el Señor, y pone su confianza en él. 
Jeremías 17:7.


Lectura: Jeremías 17:5-18.  Versículo: Jeremías 18:7.

MEDITACIÓN DIARIA

¿Cómo será el hombre que confía en el Señor? Enseguida nos lo describe el mismo Señor: “Será como un árbol plantado junto al agua,  que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes.  En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto»” (v. 8). 
El hombre que confía en el Señor es igual al que sigue una conducta recta e intachable (Salmo 1:3).  Y es que para ser una persona integral, hay que aprender a confiar plenamente en Dios; de lo contrario estaremos poniendo nuestra fe, en manos de lo que primero se nos aparezca.  Y "Cuando se deja de creer en Dios, ya no se puede creer en nada, y el problema más grave es que, entonces, se puede creer en cualquier cosa" (Chesterton).
Por eso, no hay que ser pedantes ni orgullosos y creer  que todas nos las sabemos; que no necesitamos a nadie ni de nadie,  porque nos basta con nosotros mismos.  Al respecto el Señor dice: “¡Maldito el hombre que confía en el hombre!  ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor!” (v. 5 en la lectura). Así como el Señor asimila al que confía en Él, plantado junto al agua; del que se apoya en su propia fuerza dice: que morará en la sequedad del desierto, en tierras de sal, donde nadie habita y  ni siquiera  se dará cuenta cuando llegue el bien (v. 6).
¿Cómo queremos llevar nuestra vida?  Apacible, tranquila, con frutos verdes a pesar del calor; o por el contrario: afanados, malhumorados y solos.  De nosotros depende.  El Señor nos da las dos opciones. Tú miras cuál quieres escoger.

Amado Señor: Enséñanos a confiar plenamente en ti.  A llevar un modo de vida basado en tu Palabra, donde siempre tengamos la mirada puesta firmemente en ti. Gracias buen Dios.

Un abrazo y bendiciones.

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