miércoles, 31 de julio de 2013

Hemos oído su voz y confiamos en Él



Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón como sucedió en la rebelión. 
Hebreos 3:15.


Lectura: Hebreos 3:1-19.  Versículo del día: Hebreos 3:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Dice el apóstol que escribió esta Carta que si tenemos parte con Cristo, retengamos hasta el fin la confianza con la que empezamos. Nos recomienda pues, que ya que oímos su voz, no endurezcamos el corazón como les sucedió a los israelitas que se encontraban con Moisés en el desierto y se rebelaron contra Dios. Dios juró que ninguno de ellos entraría en su reposo por desobedientes (vv. 8-10 y 16-18).  Su incredulidad no les dejó ver más allá.  No creyeron en la tierra prometida a pesar de haber visto tantas maravillas del Señor.
La confianza es básica en nuestro andar con Cristo; no podemos decir un día que creemos y al otro, cambiar de parecer y decir no.  Si hemos contemplado su gloria en nuestras vidas y cada amanecer palpamos innegablemente sus maravillas, tenemos que ser consecuentes en quien hemos creído.  El Señor nunca nos abandonará ni dejará porque Él es nuestra fuerza y sostén.  Las situaciones se tornan en ocasiones oscuras, pero Dios, nuestro Dios, está ahí para llevarnos y guiarnos con su diestra victoriosa.

Amado Señor: No permitas que la desconfianza haga cama en nuestro corazón.  Sabemos que nos tienes en la tierra prometida y con afanes o sin ellos, siempre estarás a nuestro lado ofreciéndonos tu amor y bondad. ¡Gracias mi Señor!

Un abrazo y bendiciones.    

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