jueves, 18 de julio de 2013

Hacia el camino de la justicia y el amor




¡Siembren para ustedes justicia! ¡Cosechen el fruto del amor, y pónganse a labrar el barbecho!  ¡Ya es tiempo de buscar al Señor!, hasta que él venga y les envíe lluvias de justicia. 
Oseas 10:12.


Lectura: Oseas 10:9-15.  Versículo del día: Oseas 10:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Ya no hay más tiempo de espera. Hay que empezar a sembrar justicia y cosechar el amor: Así no veamos amor en los demás; así nos califiquen de locos y nos traten con desdén.  Ese será el barbecho que tendremos que labrar para ir limpiando el terreno y poder abonar la justicia y el amor. El tiempo se agota y las oportunidades también.  El Señor Jesús vino a darnos vida y vida abundante; una vida completa con un propósito definido. No podemos quedarnos mirando al mundo con todos sus avatares y no pensar en nosotros mismos.  ¿Para dónde voy?  ¿Qué busco?  ¿Cuál es el propósito de Dios conmigo?  Preguntas van y vienen.  Por eso ¡Ya es tiempo de buscar al Señor!, buscarle mientras pueda ser hallado. “Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano. Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar,     y de él recibirá misericordia” (Isaías 55:6-7). Llegará el momento en que todo quedará sombrío y la gracia ya no existirá. 
Si no sabes del Señor ni lo conoces, no hay tiempo para perder; empieza ya. “Conozcamos al Señor; vayamos tras su conocimiento. Tan cierto como que sale el sol, él habrá de manifestarse; vendrá a nosotros como la lluvia de invierno, como la lluvia de primavera que riega la tierra” (Oseas 6:3).  Que no tengas que lamentarte más tarde; Dios mismo te ha buscado: “Así dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene,  que te guía por el camino en que debes andar. Si hubieras prestado atención a mis mandamientos, tu paz habría sido como un río; tu justicia, como las olas del mar” (Isaías 48:17-18). Y si ya lo conociste y estás alejado de Él: “debes volverte a tu Dios, practicar el amor y la justicia, y confiar siempre en él” (Oseas 12:6). No hay a tiempo que perder.  Es tiempo de recapacitar y reflexionar hacia dónde queremos llegar.

Amado Señor: permítenos andar siempre por caminos de justicia y amor.  No permitas que el barbecho nos ahogue y sea un impedimento en este transitar.  Queremos ir en pos tuyo, vivir pegados a ti que eres el sol que ilumina nuestro peregrinar.

Un abrazo y bendiciones.

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