martes, 2 de julio de 2013

Viviendo con la mente de Cristo




Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. 
 Filipenses 4:28.   


Lectura: Filipenses 4:1-20.  Versículo del día: Filipenses 4:28.

MEDITACIÓN DIARIA

La versión Reina Valera 1960, termina el mismo versículo así: “si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Y me gusta más, porque considero que  quien nos dirige y motiva, es la mente.  Una mente negativa, solo verá problemas y nunca soluciones. No podemos decir que tenemos la mente de Cristo (1 Corintios 2:16), cuando los pensamientos que nos ocupan son de calamidad, miedo, fracaso, rechazo,   incertidumbre, envidia, celos, y otros tantos negativos.  El Señor nos anima a confiar plenamente y poner  todas las cargas sobre Él (Mateo 11:28-30). Creo que la mejor arma que tenemos al respecto es la Palabra de Dios. Por consiguiente debemos memorizar versículos relacionados con lo que nos aqueja y recitarlos una y otra vez, plenamente convencidos que es Palabra de Dios y que ésta es viva y eficaz (Hebreos 4:12).
Si en verdad tenemos la mente de Cristo, comportémonos como tal; considerando todo lo verdadero, lo respetable, lo justo, lo puro y lo amable.  Elogiando y admirando a quien merece honra y respeto.
Mahatma Gandhi decía lo siguiente: “La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces, está en armonía”; y así es. Lo importante, es que esos pensamientos estén ligados a hacer lo bueno y no a maquinar lo malo.

Amado Señor: Queremos pensar únicamente en todo aquello que a ti te agrada. Enséñanos a vivir de acuerdo a lo que dice tú Palabra y llenarnos de ella, para afrontar los momentos malos.

Un abrazo y bendiciones.

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