sábado, 6 de julio de 2013

Bendiciones y maldiciones



Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra. Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre”; “Pero debes saber que, si no obedeces al Señor tu Dios ni cumples fielmente todos sus mandamientos y preceptos que hoy te ordeno, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas maldiciones". 
Deuteronomio 28:1-2 y 15.

Lectura: Deuteronomio 28:1-68.  Versículos del día: Deuteronomio 28:1-2 Y 15.

MEDITACIÓN DIARIA

Estamos acostumbrados a leer siempre las bendiciones que el Señor derramará sobre sus hijos, cuando estos le temen y le obedecen.  Sin embargo, hacemos caso omiso a las advertencias que también están en este mismo capítulo y que son maldiciones que sobrevendrán, si es al revés y no cumplimos con sus mandatos. Veamos algunos apartes:
Si se le obedece: “Bendito serás en la ciudad, y bendito en el campo” (v. 3); “El Señor bendecirá tus graneros, y todo el trabajo de tus manos” (v. 7); ”El Señor abrirá los cielos, su generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo la lluvia sobre la tierra, y para bendecir todo el trabajo de tus manos. Tú les prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado de nadie” (v. 12); “El Señor te pondrá a la cabeza, nunca en la cola. Siempre estarás en la cima, nunca en el fondo, con tal de que prestes atención a los mandamientos del Señor tu Dios que hoy te mando, y los obedezcas con cuidado” (v. 13).
Si no se le obedece: “Maldito serás en la ciudad, y maldito en el campo” (v. 16); “El Señor enviará contra ti maldición, confusión y fracaso en toda la obra de tus manos, hasta que en un abrir y cerrar de ojos quedes arruinado y exterminado por tu mala conducta y por haberme abandonado” (v. 20). “Fracasarás en todo lo que hagas; día tras día serás oprimido” (v. 29); “Todas estas maldiciones caerán sobre ti. Te perseguirán y te alcanzarán hasta destruirte, porque desobedeciste al Señor tu Dios y no cumpliste sus mandamientos y preceptos” (v. 45).
Si se está pasando por épocas de diferentes crisis, sería bueno reflexionar y meditar sobre cada uno de los puntos del capítulo, quizá de ese modo se pueda entender en qué se está fallando y ser una de las causas por las que no se ven las bendiciones.

Amado Señor y Dios nuestro: Sabemos que nos cuesta obedecer y no hemos prestado atención a tus preceptos; te pedimos perdón por ello. Te oramos como Daniel, y venimos a ti, no porque lo merezcamos, sino porque apelamos a  tu gran misericordia. iSeñor, escúchanos! ¡Señor, perdónanos! ¡Señor, atiéndenos y actúa! Señor escucha las oraciones y súplicas de tus siervos.

Un abrazo y bendiciones.

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