Yo sé que el Señor y Dios es Dios de dioses tanto en el cielo como en la tierra. Por lo tanto, les pido ahora mismo que juren en el nombre del Señor que serán bondadosos con mi familia.Josué 2:11b-12.
Lectura: Josué 2:1-24.
Versículos del día: Josué 2:11b-12.
MEDITACIÓN DIARIA
Miremos los caminos de Dios: Rajab, siendo una prostituta,
fue quien les dio la mano a los israelitas para que tomaron posesión de
Jericó. Fue como quien dice la gestora
de la tierra prometida y Dios la bendijo de tal manera que más tarde se casó
con Salmón, quien pertenecía a la tribu de Judá y de cuya descendencia viene
el Señor (Mateo 1:5). Rajab la
prostituta, la señalada con el dedo, se convirtió en la tatarabuela del rey
David y de ahí para abajo su descendencia fue bendecida.
Miremos cómo el Señor restituye a una persona y la eleva
hasta lo más alto, cuando dispone su corazón a servirle y a hacer su voluntad. ¿Qué
hizo Rajab? Reconoció al Señor como Dios de dioses tanto del cielo como de la
tierra (v. 11b), y su fe le sirvió para alcanzar la gracia de la justicia
divina (Hebreos 11:31). Ella obró tal
como dice Hebreos 11:1, con “la certeza de lo que no se ve”. Puso su fe en Dios
y creyó a los espías israelitas que le perdonarían la vida a sus padres y a
toda su familia (v. 13).
Meditemos sobre la historia de Rajab y que nos sirva para
reflexionar y no menospreciar a nadie por su condición de pecado. Dios, odia el
pecado, pero ama al pecador; y es ahí donde los cristianos tenemos que aprender
a diferenciar. A los pecadores debemos hacerles saber que están transgrediendo
a Dios, pero que Él en su infinita misericordia les perdona y restituye, hasta
llevarlos a la cima más alta.
Amado Señor: Hoy te pedimos por todas las personas que son
tachadas de inmoralidad sexual, de rebeldía, de asesinos o corruptos. Gracias
Señor porque no haces distinción de personas y viniste a morir precisamente por
todos esos pecados de la humanidad. Enséñanos a ser misericordiosos con ellos
como lo fuiste con nosotros, y a llevarles palabras de vida que solamente tú puedes
ofrecer.
Un abrazo y bendiciones.
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