Para los puros todo es puro, pero para los corruptos e incrédulos no hay nada puro. Al contrario, tienen corrompidas la mente y la conciencia.Tito 1:15.
Lectura: Tito 1:1-16.
Versículo del día: Tito 1:15.
MEDITACIÓN DIARIA
Los cristianos tenemos que ser sagaces en el andar; el Señor
dijo: “Los envío como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sean astutos como
serpientes y sencillos como palomas” (Mateo 10:16); en otras versiones dice prudentes. Y es que la prudencia es una
virtud que todos deberíamos buscar para evitarnos muchos contratiempos. Muchas veces sucede que como no tenemos una
mente perversa, creemos que todos van a actuar de la misma manera. Aquí vemos que los incrédulos tienen
corrompida la mente y la conciencia; o sea, no les importa cometer las
fechorías que sean porque para ellos, ya es lo más natural. Tienen encallecida la conciencia, sin
sentimientos nobles y con un corazón de piedra. Sus mismas actuaciones malas, cada
día los va haciendo creer que es lo normal.
Por eso, nos corresponde ante el mundo, ser prudentes. “Es cierto que
ustedes viven en obediencia, lo que es bien conocido de todos y me alegra
mucho; pero quiero que sean sagaces para el bien e inocentes para el mal”
(Romanos 16:19). Bien lo dice el
apóstol: “sagaces para el bien e inocentes para el mal”. Ese debe de ser nuestro comportamiento.
De otro lado, pensemos que tanto las ovejas como las palomas
se caracterizan por ser mansas; Debemos ser mansos y humildes de corazón como
el Señor, pero Él también demostró su carácter ante las situaciones que no eran
las correctas. No permitamos que el
mundo se aproveche de esa mansedumbre. Somos mansos con carácter, no mensos.
Amado Señor: Danos el discernimiento necesario para
comportarnos en medio de los incrédulos con amor, bondad y mansedumbre, pero
sin permitir que confundan nuestro proceder.
Un abrazo y bendiciones.
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