martes, 16 de julio de 2013

Nuestro deber es orar




Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. 
1 Timoteo 2:1-2.


Lectura: 1 Timoteo 2:1-15  Versículos del día: 1 Timoteo 2:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Estamos acostumbrados no solo a criticar a los gobernantes sino a juzgarlos, como si fuésemos los jueces sobre ellos y Dios nos manda otra cosa muy diferente. Dice el versículo que debemos hacer plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por ellos.  Pueda que el gobernante de turno no sea el de nuestros afectos, pero si Dios lo puso en ese cargo, no nos queda más que aceptarlo.  “Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él” (Romanos 13:1).
De otro lado también debemos orar por la ciudad estemos donde estemos, porque el bienestar de la ciudad, redunda en nuestro bienestar (Jeremías 29:7).
Aprendamos a escuchar sabiamente sin permitir que nuestro corazón se llene de enojo y amargura. No hablemos mal de gobernantes ni de instituciones, porque con esto estamos atando más el mal. Bendigamos, seguramente seremos testimonio ante quienes nos rodean y las oraciones nuestras pueden inclusive cambiar el corazón del dirigente.  Que el lema de nuestra casa sea: No hablaremos en contra del  país  y sus mandatarios, ni de la ciudad donde Dios nos ha llevado.  Oraremos para que Dios  bendiga cada lugar, y a las personas que ha puesto en eminencia les de sabiduría para gobernar.

Amado Señor: Te damos gracias por todas las personas que tienen puestos de autoridad en nuestra nación. Te rogamos Señor que las llenes de sabiduría, discernimiento, justicia y fortaleza para que gobiernen deseando el bienestar de la comunidad y aflore la paz que todos deseamos.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: