jueves, 4 de julio de 2013

Lo que debemos hacer en la tierra de la leche y la miel




Nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, donde abundan la leche y la miel. 
Deuteronomio 26:9.


Lectura: Deuteronomio 26:1-19.  Versículo del día: Deuteronomio 26:9.

MEDITACIÓN DIARIA

Sí, como el pueblo de Israel, yo declaro que el Señor mi Dios, nos trajo a esta tierra, donde abundan la leche y la miel.  Nos trajo hasta aquí, no con el fin de dejarnos un tiempo y devolvernos, sino para dejarnos en la tierra que nos prometió. Como dice la canción: ‘Dios no nos trajo hasta aquí para volver atrás; nos trajo aquí a poseer la tierra que nos dio’; aunque halla gigantes que quieran asustarnos y hacernos retroceder, no lo haremos porque confiamos en su promesa y sabemos que nuestro Dios es fiel en cumplir lo que promete porque no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Si dijo que lo haría, lo hará (Números 23:19). Y por fe, declaro que sus promesas son siempre ‘sí’ en Cristo, y yo respondo por medio de Cristo: ‘amén’, para la gloria de Dios Padre (2 Corintios 1:20).
Ahora, Dios quiere que ponga mi parte, porque así como Él me da, espera que yo también le de lo que le corresponde: “Por eso ahora traigo las primicias de la tierra que el Señor tu Dios me ha dado” (v. 11). Personalmente, considero que esto es clave para recibir las bendiciones de Dios. Ojalá no solo le entregáramos al Señor el diezmo de todo, sino muchísimo más. Oro para que el Señor ponga en cada uno de sus corazones, el devolverle la parte que le pertenece.

Amado Señor: Gracias por traernos a esta tierra de leche y miel. Gracias porque podemos confiar plenamente en ti y saber que es el lugar que nos has preparado para cumplir tus promesas en nosotros, tus hijos. Enséñanos mi Dios, a hacerte fiel y devolverte el diezmo de lo que tú nos das.

Un abrazo y bendiciones.

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