martes, 23 de julio de 2013

Marcando la diferencia



Ahora bien, ten en cuenta que en los últimos días vendrán tiempos difíciles.  La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios.  
 2 Timoteo 3:1-4.


Lectura: 2 Timoteo 3:1-17.  Versículos del día: 2 Timoteo 3:1-4.

MEDITACIÓN DIARIA

No me corresponde decir si estamos en los últimos tiempos, porque el mismo Señor le dijo a sus discípulos que: “del día y la hora, nadie sabe” (Mateo 24:36); de todas maneras hay señales y dentro de esas señales están las descritas por el apóstol Pablo aquí en su carta a Timoteo.  Si leemos detenidamente los versículos del día, podemos notar que esas deshonestidades e inmoralidades, son el pan de cada día en la sociedad actual. 
Pablo, además alertar a Timoteo a no creer en los falsos piadosos; le hace una severa advertencia: ¡Con esa gente ni te metas!” (v. 5 en la lectura).  Hay que estar vigilantes y  abrir bien los ojos, porque vendrán muchos engañadores.  Le encarga también, lo que todo cristiano debe tener en cuenta para no dejarse llevar por los incrédulos: “Pero tú, permanece firme en lo que has aprendido y de lo cual estás convencido”; “Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús” (vv. 14 y 15). Pueda que muchos cristianos no la conozcan desde su infancia como Timoteo, pero la conocen y deben estar seguros que: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia” (v. 16).  El Señor nos instruye en su Palabra a través de su Santo Espíritu, y entendemos sus mandatos de tal manera que, no tenemos excusa para comportarnos de modo diferente.  Estamos capacitados para toda buena obra (v. 17) y el que sabe hacer lo bueno y no lo hace, peca (Santiago 4:17).  
Reflexionemos sobre nuestro modo de actuar, de pensar y de decidir.  Digo decidir, porque los cristianos no podemos dejar que a lo malo llamen bueno y seguir como si nada.  Toda la Escritura, no una parte; absolutamente toda es inspirada por Dios y lo que dice allí, es para cumplirlo. Es indispensable que pongamos nuestro voto de decisión en las urnas, cuando nos toque elegir a quienes nos representarán en los diferentes estadios gubernamentales y no permitir que se violente, lo que ya es instituido por Dios mismo.

Amado Señor: Gracias por conocer tu Palabra.  Gracias por permitirnos ser agentes de cambio y no de pasividad.  Te pedimos que nos enseñes a ser verdaderos creyentes de ti y a no transgredir tus mandatos, ni por obra ni omisión.

Un abrazo y bendiciones.
     

No hay comentarios: