El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.Deuteronomio 31:8.
Lectura: Deuteronomio 31:1-8.
Versículo del día: Deuteronomio 31:8.
MEDITACIÓN DIARIA
Ante los problemas diarios, muchas veces nos vamos opacando,
desanimando y hasta llegamos a cuestionar a Dios: ¿Otra vez Señor? ¿Por qué nuevamente esta situación? ¿Qué nos
pasa? ¿Dónde estás Señor que no te
vemos? ¡Señor, estoy en medio de un mar
de confusión!
Y el Señor que no es como nosotros y no deja pasar un día sin
mostrarnos su fidelidad, nos manda justo su Palabra para levantarnos nuevamente:
“Sean fuertes y valientes. No teman ni se
asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca
los dejará ni los abandonará” (v. 6).
Esas ‘naciones’ no pueden asustarnos porque tenemos a nuestro lado al Gran
Dios, al Magnífico y Todopoderoso Dios, que nunca nos dejará ni abandonará. No estamos solos en la guerra, el Señor está
con nosotros, y si Él esta con nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8:31).
Al Señor no le queda grande nada: ni enfermedad, ni
iliquidez, ni calamidad alguna. Él es el
médico por excelencia; es el dueño de todo el oro y la plata del mundo. Es
quien calma vientos y tempestades. ¡La
victoria es del Señor! Solamente tenemos que cogernos fuertemente de su
promesa: “El Señor mismo marchará al
frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te
desanimes”.
Amado Señor: Gracias porque Tú sabes hablarnos en el momento
exacto. Gracias por la promesa que nos das y saber que los problemas nuestros
no te son indiferentes; que por más grandes que parezcan los estás combatiendo,
y la victoria es tuya. ¡Señor, aumenta nuestra fe!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario