A este Cristo proclamamos, aconsejando y enseñando con toda sabiduría a todos los seres humanos, para presentarlos a todos perfectos en él.Colosenses 1:28.
Lectura: Colosenses 1:1-29. Versículo del día: Colosenses
1:28.
MEDITACIÓN DIARIA
Todos nosotros, en otro tiempo estábamos alejados de Dios (v.
21). Podíamos decir que así no era, pero ahora que conocemos a Dios y su
Palabra, el Espíritu Santo nos ha demostrado que éramos tan pecadores como
todos los demás. Recordemos que no es por obras ni sacrificios la salvación.
Que tampoco fuimos nosotros los que llegamos a Cristo, sino que Dios por su
infinita misericordia nos atrajo y cautivó hasta que reconocimos a su Hijo Redentor. Ahora, nos ha
reconciliado con Cristo, a fin de mantenernos firmes, cimentados y estables
(vv. 22 y 23).
Pablo se hace servidor de la Iglesia sin importar las
aflicciones, con el fin de dar a conocer el misterio de la salvación, oculto
por tanto tiempo, dice; pero que ahora se ha manifestado a sus santos (v. 25-26);
y esos santos somos precisamente nosotros a quienes “Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este
misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria”
(v. 27).
Somos más que bendecidos: escogidos por Dios; privilegiados de
tener a Cristo y con la esperanza de una gloria futura. Ante tanta gracia, nos
queda también proclamar a este Cristo, aconsejando y enseñando con sabiduría,
con el fin de que aquellos, de igual manera, se presenten perfectos en Él. Fijémonos
que no es solo el compartir; es aconsejar y enseñar también, hasta que maduren
espiritualmente.
Amado Dios: Muchas gracias por habernos mirado con
misericordia y ser parte de los escogidos a quienes les revelas el misterio de
la salvación, para encontrar con Cristo Jesús toda la gloriosa riqueza, y
anunciarle al mundo su incomparable grandeza.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario