miércoles, 19 de diciembre de 2012

El gran acontecimiento cumplido



Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.   
 Isaías 9:6.


Lectura diaria: Isaías 9:1-7.  Versículo principal: Isaías 9:6.

REFLEXIÓN

La Navidad como tal es el cumplimiento de la profecía ya anunciada desde tiempo atrás por el profeta Isaías.  El nacimiento de Jesús se efectúa del modo como estaba escrito, anhelado por todo el pueblo judío para beneficio no solo de ellos sino de toda la humanidad. 
Este niño nacido de una virgen tendrá bajo sus hombros la responsabilidad de salvarnos del pecado; sufrirá sin merecerlo las consecuencias de la desobediencia y la transgresión cometida por el hombre desde los primeros albores de su creación.  Por esto mismo, la natividad del Señor Jesús, es el mejor regalo de Dios Padre enviado a todo se humano.  Sus nombres como Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno y Príncipe de paz son muestra de su gran amor; nombres disponibles para nosotros cuando nos acogemos a Él.
Paradójicamente si estamos celebrando su onomástico, deberíamos más bien ser nosotros quienes le tributáramos alguna ofrenda, pero no. Infortunadamente estas fechas se han vuelto más comerciales y mundanas sin tener en cuenta el grandioso acontecimiento  que estamos aclamando y esto no nos permite vislumbrar el extraordinario suceso.  Personalmente me da tristeza ver que ahora se da más importancia a Santa o Noel que al niño Jesús; o sea que de su cumpleaños es poco lo que se habla porque se toma la fecha muy folclóricamente.
Considero que en nosotros está el retomar este tiempo como debe ser; enseñar y exaltar en los que nos siguen especialmente en los niños  la obra majestuosa de Dios, al habernos enviado a su único Hijo para obtener la salvación.  

Amado Padre celestial: Gracias por habernos dado el mejor regalo a través de tu Hijo Jesús.  Gracias porque Él lo encierra todo: el Consejero, el Dios, el Padre y el Príncipe que está siempre dispuesto a escucharnos y tendernos su mano en el momento propicio.  Enséñanos a mirar con los ojos puestos en tu Palabra esta fecha tan especial.

Un abrazo y bendiciones.

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