viernes, 14 de diciembre de 2012

El Gran Ayudador



Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos.  No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.  
 Romanos 8:26.


Lectura diaria: Romanos 8:9-39.  Versículo principal: Romanos 8:26.

REFLEXIÓN

Cuántas veces no sabemos qué pedir ni cómo pedir.  Queremos decirle al Señor tantas cosas que al final, no pronunciamos palabra alguna.  ¡Pero miren!  Aun en medio de la confusión, tenemos al Gran Ayudador, el Espíritu que intercede por nosotros con gemidos indecibles.  ¡Él sabe qué es lo que necesitamos!  Sabe lo que pasa en nuestro interior y en qué cosas estamos deficientes.
Así no lo queramos reconocer, este Gran Ayudador no nos abandonará; porque si somos de Cristo, Él no nos dejará: “Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que vive en ustedes” (v. 11). 
No importa entonces lo que estemos viviendo; Dios dispone para nuestro bien todas las cosas hasta cumplir su propósito en cada uno (v. 28; Salmo 138:8).  “¿Qué diremos frente a esto?  Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?  El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?” vv. 31-32).   Somos más que vencedores porque nadie ni nada podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor (v. 39).  El amor brindado por su Santo Espíritu, el Consolador dejado por el Señor Jesucristo.  Él lo dijo muy claro: “No los voy a dejar huérfanos” (Juan 14:16-18), y así lo cumplió.
“¿Adónde podría alejarme de tu Espíritu?  ¿Adónde podría huir de tu presencia?” Salmo 139:7. Él no nos dejará; en todo momento estará a nuestro lado, mirando la manera de actuar en nuestras vidas.  Tenemos en nosotros al Gran Ayudador ¡Gloria a Dios por habérnoslo enviado!   

Gracias Señor por haber pensado en los tuyos.  Gracias por tu Santo Espíritu quien viene a darnos todo su apoyo cuando más débiles somos.  ¡Gracias precioso Espíritu Santo por vivir pendiente de nosotros!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: