Déjame vivir para alabarte; que vengan tus juicios a ayudarme.Salmo 119:173.
Lectura diaria: Salmo
119:169-176. Versículo principal: Salmo
119:173.
REFLEXIÓN
Dios cuida de nosotros de acuerdo
a sus promesas: “Sonténme conforme a tu promesa y viviré”; “líbrame conforme a
tu promesa (Salmo 119:116 y 170). No
importa que estemos postrados en una cama. Sentimos
su presencia real en nuestra vida porque dice su Palabra: “El Señor lo
confortará cuando esté enfermo; lo alentará en el lecho del dolor”. Salmo 41:3.
Ante la enfermedad le clamamos y
pedimos al Señor que nos regale la sanidad (vv. 169-170), y nos acordamos de
alabarle sabiendo que es justo y obra con rectitud: “Que entone mi lengua un
cántico a tu palabra, pues todos tus mandamientos son justos. Que acuda tu mano en mi ayuda, porque he
escogido tus preceptos” (vv. 172-173).
¿A quién más podemos ir sino a
Él? El Señor abogará por sus hijos
porque le somos de gran estima; “pero yo siempre estoy contigo, pues tú me
sostienes de la mano derecha” (Salmo 73:23). Nunca nos dejará ni abandonará; al contrario,
cada día afirmará con más precisión cada paso que demos, porque somos de su
agrado y no nos dejará caídos; nos sostiene con su mano protectora (Salmo
37:23-24).
Ni aún en el lecho del dolor
podemos quitar la mirada de su presencia; El Señor está ahí presente, sea cual
sea la enfermedad que estemos padeciendo. No hay que perder la esperanza.
Señor: ¡Déjanos vivir para
alabarte! De lo contrario, ¿cómo podemos
exaltar tu nombre y que los demás conozcan de tu grandeza y poder? Queremos vivir para ti. Si nos hemos extraviado de tu senda,
retórnanos al camino correcto para que con todo tu pueblo te entonemos cánticos
de adoración.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario