lunes, 31 de diciembre de 2012

La luz es el testimonio vivo



Porque ustedes antes eran oscuridad pero ahora son luz en el Señor.  Vivan como hijos de luz.   
Efesios 4:8.


Lectura diaria: Efesios 4:1-20.  Versículo principal: Efesios 4:8.

REFLEXIÓN

El testimonio es el reflejo de lo que somos.  Si en verdad hemos recibido al Señor en nuestras vidas, hemos de dar ejemplo con ella; de lo contrario, simplemente estaríamos siguiendo una religión más.  El cristiano verdadero debe saber vivir correctamente, teniendo cuidado de no ser un tropiezo para los demás hermanos en la fe; aprovechando con sabiduría cada momento, entendiendo que los días son malos (vv. 15-16), y que cada oportunidad de demostrar de quién somos hijos cuenta.
“Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios” (v.1).  Si en realidad amamos a los nuestros, lo primero que tenemos que ofrecerles es una vida diferente; una vida que solo Cristo Jesús puede dar y es nuestra obligación compartirles y llevarlos a los píes del Señor.  Pero si ellos no ven en nosotros una manera de vivir diferente, jamás llegarán a seguir al Señor y lo que hablemos quedará anulado.
En casa uno está, el actuar como es la voluntad de Dios: compartir con hechos y palabras a la vez.  Recordemos que la vida cristiana es ante todo un modo de vida.  Que nuestra vida sea el fiel reflejo de la luz que mora en nuestros corazones.

Amado Señor: Enséñanos a llevar una vida recta para que los que andan en oscuridad, vean en nosotros la luz tuya, se conviertan de sus malos caminos y alcancen también la salvación.

Un abrazo y bendiciones.

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