Fuerte es el amor, como la muerte, y tenaz la pasión, como el sepulcro. Como llama divina es el fuego ardiente del amor. Ni las muchas aguas pueden apagarlo, ni los ríos pueden extinguirlo.Cantares 8: 6b-7.
Lectura: Cantares
8:3-7. Versículos del día: Cantares
8:6b-7.
MEDITACIÓN DIARIA
Este amor; el que pasa
todas las barreras y el más grande de todos los amores, es el que Dios tiene
disponible para quienes se acercan a Él. “Ni las muchas aguas pueden apagarlo,
ni los ríos pueden extinguirlo”. ¿Por qué? Porque Dios no se contradice ni
miente (Números 23:19); porque: “Con amor
eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad” (Jeremías 31:3); y porque: “Pues
estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los
demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo
profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en
Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 8:38-39). Éstos son solo algunos de los
pasajes que nos dan seguridad sobre el amor que Dios nos tiene.
Y es que ese amor
inagotable se demuestra en habernos dado a su único Hijo para que todos los que
en Él crean, tengan la vida eterna (Juan 3:16). Ese es el amor ofrecido por
Dios Padre; el amor que ni las muchas aguas pueden apagar, porque como llama
divina siempre estará ahí: ardiendo y alumbrando para aquellos que desean
seguirle pero aún son temerosos e indecisos. ¡Atrévete! ¡Este es el amor de los
amores! Y es para ti.
Amado Señor: Si por un
instante solamente alcanzáramos a vislumbrar lo grande y maravilloso que es tu
amor, no solamente serían muchísimos más los que llegarían a tus pies, sino que
también nosotros actuaríamos completamente diferente. Gracias Señor; no
merecemos tanto y sin embargo, nunca dejas de mirarnos con ternura, bondad,
mansedumbre y misericordia. Muchas gracias por ese amor que lo da todo a cambio
de nada.
Un abrazo y
bendiciones.
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