¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a Sión: Tu Dios reina!Isaías 52:7.
Lectura: Isaías
52:1-12. Versículo del día: Isaías 52:7.
MEDITACIÓN DIARIA
Considero que esto es
como un complemento del devocional de ayer. Es una gran bendición poder
anunciar las buenas noticias de salvación. Pablo preguntaba: “Ahora bien, ¿cómo
invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no
han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y quién predicará sin
ser enviado?” (Romanos 10:14-15). Lo que sin embargo no entendemos los
cristianos, es que tenemos que calzarnos con la disposición de ir a proclamar
el evangelio de la paz (Efesios 6:15). La humanidad por estar caída, no
encuentra la paz anhelada; y esto solo es posible a través de Jesucristo. Su
paz sobrepasa todo entendimiento. Sobrepasa los límites de la escasez, de la
frustración, de la soledad. Jesús dijo: “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no
se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden” (Juan
14:27).
Anunciar buenas
noticias es proclamar el mensaje de salvación; el mensaje que encierra paz y
sosiego a pesar de las dificultades. Es ir al necesitado tanto de espíritu como
del alma y del cuerpo para decirle: hay un Dios poderoso que reina sobre el
universo y quiere también reinar en tu vida. Alistémonos entonces, calzándonos
como nos corresponde, para predicar la Buena Noticia de la paz con Dios.
Amado Señor: Permite
que nuestros pies siempre estén dispuestos para ir y proclamar las Buenas
Nuevas del Evangelio de la paz. Son tantos los que necesitan oír una palabra de
ánimo, un consejo, una sonrisa; estrechar una mano, sentir un abrazo y si es
necesario, llorar sobre nuestro hombro. ¡Tú
nos has dado mucho más que eso! Enséñanos buen Maestro a no quedarnos callados
y entregar al mundo tu amor.
Un abrazo y
bendiciones.
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