lunes, 19 de octubre de 2015

Se fue por lana y volvió trasquilado



Luego llamó Amán a sus amigos y a Zeres, su esposa, e hizo alarde de su enorme  riqueza y de sus muchos hijos, y de cómo el rey lo había honrado en todo sentido ascendiéndolo sobre los funcionarios y demás servidores del rey. 
Ester 5:10-11.


Lectura: Ester 5:9-6:14.  Versículos del día: Ester 5:10-11.

MEDITACIÓN DIARIA

En mi país, Colombia, tenemos un dicho: “Se fue por lana y volvió trasquilado”, para decir que los planes no salen como se imaginan y menos cuando se hacen con fines destructivos por no decir que malévolos como el plan de Amán. Amán, un hombre malo se engrandeció de su poder y riqueza, y quiso vengarse de Mardoqueo para lo cual hizo colocar una estaca a 25 metros de altura, para empalarlo ahí. Cuando pensaba realizar su cometido, sucedió que el rey estaba pensando en retribuirle a Mardoqueo por el bien que le había hecho al avisarle sobre los que deseaban matarlo, y los planes de Amán se vinieron al piso. Amán creyó que todo lo que él mismo le dijo al rey que hiciera, era para enaltecerlo a él, sin saber que los honores serían para Mardoqueo. La frustración y pena lo hicieron regresar a su casa triste y apurado (ver lectura). A Amán le sucedió lo del dicho: “Fue por lana y volvió trasquilado”.
Una lección que nos deja el libro de Ester para que aprendamos a no desear el mal ajeno y a la vez para que confiemos en el Señor, porque frente a nuestros adversarios, es Él quien pelea por nosotros. Y recordemos que: “Todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Lucas 14:11).

Amado Señor: Tu Palabra dice que incluso a nuestros enemigos tenemos que amar; enséñanos a no devolver mal por mal ni a exaltarnos por lo que somos o lo que tenemos. Tú amas la humildad y deseas que todos los tuyos la practiquen, mientras desprecias al soberbio y altivo. Queremos aprender a demostrar el amor tuyo sin creernos más que los demás. ¡Gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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