Y ni una sola de las buenas promesas del Señor a favor de Israel dejó de cumplirse, sino que cada una se cumplió al pie de la letra.Josué 21:45.
Lectura: Josué
21:41-45. Versículo del día: Josué
21:45.
MEDITACIÓN DIARIA
Cambiemos el ‘Israel’ por
nuestro nombre. Estoy segura que el Señor a todos nos ha dado diferentes
promesas y si estas no se han cumplido hay que seguir esperando, confiando y
creyendo que llegarán, porque sin duda alguna así será.
Nuestra vida es un
lecho por en el que andamos con pasos sólidos porque tenemos la bendita
esperanza que nos aguarda, la más linda y esperada de todas: la de la vida
eterna “Nuestra esperanza es la vida eterna, la cual Dios, que no miente, ya
había prometido antes de la creación” (Tito 1:2). Sí, Dios no miente porque no
es hombre; tampoco es hijo de hombre para que llegue a arrepentirse. Si lo
dijo, lo hará y cumplirá (Números 23:19). Creo que si no tuviéramos ninguna
otra promesa, si solamente el Señor se hubiera limitado a decirnos: ‘Tengo un
regalo para ti, ¡te prometo darte vida eterna! La verdad, por lo menos en mi
caso, es que con esa me bastaría y me sobraría, porque después de saber lo que
me espera en el cielo, mis expectativas quedarían encima de lo ofrecido.
El Señor con sus promesas
nos muestra su fidelidad, uno de los grandes atributos de Él. Entonces no
temamos más y por ahora gloriémonos en la que tenemos frente y esperemos con
calma las que van a venir. ¡Pronto llegarán, no hay duda alguna!
Amado Señor: Gracias
Señor porque ninguna de tus buenas promesas se quedará por fuera de su
cumplimiento. Gracias porque tus promesas nos dan vida y traen alegría al
corazón. Gracias porque buscas darnos planes de bienestar por el infinito amor
que nos ofreces. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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