¡Que el Señor haga que la mujer que va a formar parte de tu hogar sea como Raquel y Lea, quienes juntas edificaron el pueblo de Israel! ¡Que seas un hombre ilustre en Efrata, y que adquieras renombre en Belén! ¡Que por medio de esta joven el Señor te conceda una descendencia tal que tu familia sea como la de Fares, el hijo que Tamar le dio a Judá!Rut 4:11-12.
Lectura: Rut
4:1-22. Versículos del día: Rut 4:11-12.
MEDITACIÓN DIARIA
A través de la historia
de Rut aprendemos el verdadero significado del amor, la constancia, la
persistencia y especialmente la confianza en Dios. No sé cuál de los tres personajes que se
nombran en este Libro tiene mi predilección.
A Nohemí la admiro por ser una mujer que no perdió la visión en su Dios y
por su fortaleza para continuar a pesar de la adversidad que afrontó. Creo que tenía
el don de amar y debió ser ejemplar ya que Rut no quiso dejarla. En Booz, veo a
un hombre generoso, tierno, decidido, misericordioso, humilde, respetado e
íntegro. O sea, un hombre que no dudó en proteger a dos mujeres viudas y solas;
las acogió con el mismo respeto y consideración con el que también veía a sus
trabajadores a pesar de su riqueza y posición. Me queda por nombrar a Rut: una
mujer sencilla, humilde, trabajadora, con un amor sincero y un sentido de
lealtad loable. Decidió no solo seguir a su suegra Nohemí, sino asimismo
refugiarse en los brazos del Dios Todopoderoso de Israel. También es para
aprender lo que debe ser la relación de suegra-nuera y romper esa mala imagen
que se proyecta siempre (v. 15).
Si estamos
acostumbrados a admirar a David por su corazón conforme al de Dios, tenemos que
retroceder la mirada y ver de dónde heredó esta virtud. Tres personajes que nos
demuestran lo que el Señor puede hacer cuando nos cobijamos bajo sus alas y
decidimos seguirlo con sinceridad y amor genuino. La integridad nos lleva a
recibir las buenas promesas de bendiciones que Dios nos tiene, como las dichas
por los ancianos que fueron testigos cuando Booz decidió adquirir el terreno de
Nohemí y a la vez tomar como esposa a Rut (vv. 11 y 12). Indudablemente todas se cumplieron.
Amado Señor: Te damos
gracias porque cada día nos enseñas algo nuevo que sin duda redundará en
nuestra rectitud vivir; y con la firme convicción de que eres el más Grande y
Amoroso Dios que esperas de nosotros un corazón sincero y abierto para
aprender tus reglas, acatarlas y cumplir tu voluntad.
Un abrazo y
bendiciones.
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