¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra.Salmo 73:25.
Lectura: Salmo 73:1-28. Versículo del día: Salmo 73:25.
MEDITACIÓN DIARIA
En ocasiones nos sucede
como lo que afirma Asaf el salmista: tropezamos, caemos, nos arrepentimos y nos
duele haber ofendido al Señor (vv. 21-22). Ahí es cuando recapacitamos y nos
preguntamos, “¿A quién tengo en el cielo sino a ti?” ¿Si no fuera por tu
misericordia, en dónde andaría? Sinceramente,
conociendo el camino no podemos desviarnos de él. Lo más quebrantable es ver
como el Señor nos sigue atrayendo con brazos de ternura (v. 23); nos vuelve a
recibir como a hijo pródigo: “Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero
Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna” (v. 26). Siempre está
dispuesto a perdonar y a olvidar nuestras transgresiones. El mundo nos atrae y
atrapa; al recapacitar entendemos que no tenemos a quién más ir. Pedro lo
decía: ¡Solamente Tú tienes palabras de vida eterna!
¡Ahh, si no fuera por
su incomparable amor! ¡Su amor nunca se acaba; es inagotable! Cuando ya le
pertenecemos y somos las ovejas de su prado, nada ni nadie nos puede arrebatar
de su lado. Ninguna cosa creada podrá separarnos de su amor (Romanos 8:39). “Para
mí el bien es estar cerca de Dios. He hecho del Señor Soberano mi refugio para
contar todas sus obras” (v. 28 en la lectura).
Amado Señor: ¡Cómo
alejarnos de Ti! ¡Cómo no tenerte como nuestro más grande Protector y Torre
fuerte! Tu amor Señor, nos constriñe e
inunda de tu paz y ternura. Gracias por estar siempre a nuestro lado a pesar de
ofenderte, de ser ingratos contigo y olvidarnos de tantos beneficios recibidos.
¡Teniéndote a Ti, nada nos falta!
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario