Quien ama el dinero, de dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente. ¡También esto es absurdo!Eclesiastés 5:10.
Lectura: Eclesiastés
5:8-20. Versículo del día: Eclesiastés 5:10.
MEDITACIÓN DIARIA
Definitivamente el dinero
es un bien necesario que hay que saber manejar.
Es bueno, si lo sabemos administrar; se vuelve una tormenta cuando se
vive en función de él. Hay otro versículo que dice: “Porque el amor al dinero
es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de
la fe y se han causado muchísimos sinsabores” (1 Timoteo 6:10). Sí, es fácil
desviarse cuando por un lado, se tiene todo a la mano; y por el otro, se
codicia tanto que se vuelve un dios.
Las riquezas deben
estar al servicio del hombre y no el hombre esclavizado de ellas porque en el
momento menos esperado se pueden esfumar. Levantan alas y salen volando sin
saber a dónde van a parar (Proverbios 23:5). Ahora, por más dinero que se
tenga, la salud y la felicidad no se pueden comprar; y ¿qué provecho tiene una
persona que puede estar en medio de millones si no es feliz? Casos se han visto
donde celebridades con riquezas y fama se han suicidado porque a pesar de tener
tanto, su corazón está vacío.
Reflexionemos y pongamos
en manos del Señor lo que Él nos ha permitido cosechar para que más bien esto
material, nos ayude a dar gracias y crecer espiritualmente. Que nuestra riqueza
sea la incorruptible; la que nadie nos puede arrebatar. La de saber que cada
día nos esforzamos por obrar con integridad y prosperamos en bienestar físico y
espiritual. ¡Esa es la riqueza que vale!
Amado Señor: Gracias
por tu Palabra que es verdad y porque en ella entendemos los planes
maravillosos que tienes para nosotros cuando obedecemos tus mandatos. Enséñanos
a acumular riquezas para tu reino y mientras estemos en este mundo, permite que
cada día prosperemos con el auspicio tuyo, creciendo en gracia y sabiduría delante
de Ti.
Un abrazo y
bendiciones.
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