—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho.Lucas 1:38.
Lectura:
Lucas 1:26-38. Versículo del día: Lucas
1:38.
MEDITACIÓN
DIARIA
Me
encanta esta lectura; no solo por ver la sumisión y valentía de María, sino por
la demostración del gran poder de Dios obrando. El ángel le anuncia a María que
a pesar de ser virgen y no conocer varón alguno, va a quedar en cinta por obra
y gracia del Espíritu Santo, y también le informa que su prima Elisabet está en
el sexto mes de gestación sin importar su edad, para demostrarle al mundo, que
para Dios no existen imposibles. ¿Cómo puede suceder que ella quede en embarazo
si todavía es virgen? (vv. 28-36).
Según
la historia, parece ser que María apenas era una jovencita. Sin duda alguna una
mujer que desde pequeña conoció las leyes de Dios y las practicó. A pesar de
saber lo que se le venía encima, no dudó en aceptar la propuesta del Ángel; y
de este modo se convirtió en la primera persona en recibir al Señor en su
corazón, al decir: “Que él haga conmigo como me has dicho”. Este milagro tan
excepcional y maravilloso de su gestación, es difícil de explicar y entender;
pero María no dudó en obedecerle a Dios y aceptar el reto de ser la madre del
Salvador. A nosotros Dios nos pide cosas más pequeñas y no somos capaces de cumplirlas ni de aceptar
su voluntad con entereza.
Aprendamos
la lección: meditemos en lo que es nuestra vida y analicemos que cuando Dios pone
en el camino un milagro insólito para nosotros, es porque va a demostrar su
gloria y poder rodeado de la majestuosidad que le pertenece, y no podemos declinar
el dejarnos usar por Él.
Amado
Señor: Enséñanos a mirar con ojos sobrenaturales tu santa voluntad para que de ese modo permitamos que tu Nombre
sea exaltado y adorado por todos los que nos rodean y que no conocen tu poder y
gloria. ¡Gracias buen Señor!
Un
abrazo y bendiciones.
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