Ahora, pues, Señor y Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra sepan que sólo tú, Señor, eres Dios.Isaías 37:20.
Lectura: Isaías
37:1-38. Versículo del día: Isaías
37:20.
MEDITACIÓN DIARIA
Esta es parte de la
oración que Ezequías rey de Judá elevó al Señor cuando supo que Senaquerib rey
de Asiria, por medio de sus oficiales, había desafiado y comparado al Señor con
los dioses de otras naciones (vv. 9-13). El Señor a través del profeta Isaías
le dice: “No temas por las blasfemias que has oído, y que han pronunciado
contra mí los subalternos del rey de Asiria” (v. 6). Nadie puede desafiar al
Señor porque Él les demuestra lo contrario. En el siglo pasado cuando el
Titanic se hundió, su constructor se atrevió a decir que ni Dios podría
destruirlo; y en su primer viaje, aun sin haber llegado al sitio de destino,
quedó completamente destruido.
Nosotros nos asustamos
y sentimos débiles ante personas prestantes ya sea por su poder, jerarquía o
riqueza y nos dejamos atemorizar cuando hacen burla o mofa por decirnos
cristianos; pero quizá se nos olvida que en estas ocasiones o cuando nos atacan
los que dicen ser enemigos, no pueden
hacernos frente, porque es el mismo Señor quien peleará por nosotros. Lo que
tenemos que hacer es llenarnos de orgullo y coraje porque tenemos al más Grande
de los grandes y al más Poderoso de los reyes de la tierra. Dejemos nuestra
angustia en manos del Señor, tal como lo hizo Ezequías y confiemos en lo que
nos dice su Palabra: “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros,
¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31 RVR 1960); “No les tengas miedo, que el
Señor tu Dios pelea por ti” (Deuteronomio 3:22). Si nos cogemos fuertemente de sus
promesas y estamos de rodillas ante Dios, podemos estar perfectamente de pie
ante los hombres.
Amado Señor: Te damos
gracias porque por tu inmenso amor te tenemos a Ti quien eres el Rey por
excelencia, Todopoderoso y Majestuoso. Gracias porque no eres un dios de madera
y piedra, obra de manos humanas, sino el Dios verdadero de todas las naciones
de la tierra y demuestras tu poder para que el mundo te conozca y teman tu
Nombre.
Un abrazo y bendiciones.
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