martes, 4 de agosto de 2015

Tú escribes nuestra historia día a día



Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse. 
Eclesiastés 3:2 y 5.


Lectura: Eclesiastés 3:1-8.  Versículos del día: Eclesiastés 3:2 y 5.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor es quien controla nuestros tiempos. A veces creemos que no nos oye, que se demora mucho, que nos olvidó, y seguimos reniegue que reniegue sin acordarnos que el dueño de nuestra vida es Él y dice la Palabra que: “En tu mano están mis tiempos” (Salmo 31:15 RVR 1960), o sea que nuestros tiempos no son los suyos. Y es que si nos ponemos a pensar en la historia de la humanidad y para dónde va, nadie puede dudar que es Dios moviendo y dirigiendo cada paso. El mundo está convulsionado pero nosotros los cristianos sabemos de antemano, que esto tiene que ser así; la Biblia lo describe.
Entonces, si Dios mismo controla el tiempo de toda la humanidad, con mayor razón el de cada uno de nosotros. ¿Con qué autoridad podemos exigirle que nos deje manejar el tiempo a nosotros? Y como sabe exactamente para dónde vamos, a veces sin lograr entenderlo del todo, comprendemos que nos llegó la hora de despedirnos. Pero así, son sus designios. Él es el dueño absoluto de todo lo que nos concierne: familia, trabajo, bienes, tiempo, etc. Simplemente, pongámonos en sus manos y entendamos que todo lo que se hace bajo el cielo tiene un guía supremo para señalar el tiempo apropiado.

Amado Señor: Gracias por enseñarnos a someternos a tus tiempos. Gracias porque eres Tú quien construyes la casa, el hogar, los ires y venires junto con los que nos rodean, escribiendo día a día la historia de nuestra vida.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: