Se acordaban de que Dios era su roca, de que el Dios Altísimo era su redentor. Pero entonces lo halagaban con la boca, y le mentían con la lengua. No fue su corazón sincero para con Dios; no fueron fieles a su pacto.Salmo 78:35-37.
Lectura: Salmo 78:1-72. Versículos del día. Salmo 78:35-37.
MEDITACIÓN DIARIA
En este Salmo, Asaf su
compositor, se dirige al pueblo de Israel para exhortarlos a que comuniquen
generación tras generación todas las maravillas que han oído de Dios, a sus ascendencias,
con el fin de que ellos pongan su confianza en Dios y no se olviden de sus
proezas. Para que no fueran igual de obstinados y rebeldes a sus antepasados:
gente de corazón fluctuante e infieles con Dios. Les hace un recuento de cómo a
pesar de vez tras vez Dios les manifestaba su gran poder, los de su pueblo
volvían a caer en los mismos pecados de desconfianza y rebelión.
Por eso les dice Asaf: “Se
acordaban de que Dios era su roca, de que el Dios Altísimo era su redentor. Pero
entonces lo halagaban con la boca, y le mentían con la lengua. No fue su
corazón sincero para con Dios; no fueron fieles a su pacto”. Siempre me he
cuestionado el actuar del pueblo de Israel.
Pero si miramos el panorama de ahora, su Iglesia, su pueblo escogido y
nación santa (1 Pedro 2:9), obra exactamente de la misma manera. Considero que
llegó el momento de concientizarnos de lo que creemos y decimos que somos. No
podemos seguir alabándolo con la boca y proclamando que el Señor es nuestro
Dios y Redentor, mientras nuestro corazón está mintiendo y no somos fieles a
sus mandatos. Por eso, a veces vale más el testimonio mismo, que las mil
palabras que hablemos. Actuemos de acuerdo a lo que proclamamos que somos.
Amado Señor: De verdad
queremos ser fieles contigo; amarte con sinceridad, con corazón arrepentido y
deseoso de no volver a pecar contra Ti. Y en Ti Señor, también mirar con el
mismo amor tuyo al hombre pecador; orar por él
y perdonarle si hemos sido agraviados directamente por su causa. Gracias
Señor porque en el perfecto amor no existe el temor y Tú eres el perfecto amor
que borra todas nuestras transgresiones ¡Te amamos buen Dios!
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario