De generación en generación se extiende su misericordia a los que le temen.Lucas 1:50
Lectura: Lucas 1:46-55.
Versículo del día: Lucas 1:50
MEDITACIÓN DIARIA
Estoy convencida que
Dios utiliza diferentes medios o personas para hablarnos. Ayer después de ver
unos cortos acerca del nacimiento de Jesús y escuchar el cántico de María
alabando a Dios, recapacité sobre lo que significaba para ella el haber sido
escogida como madre del Salvador en su naturaleza humana. Y es que María dejó
que su corazón se desbordara en gratitud y alabanza a Dios; sus palabras
debieron salir muy sinceras desde el fondo de su ser. A lo largo de la
presentación estuve recapacitando y pensando en lo mismo y me preguntaba por
qué nosotros no hacemos lo mismo cuando recibimos al Señor en nuestras vidas.
Si hubo algo que me impactó, fue la sinceridad con que esta actriz que
representaba a María, hablaba. Y yo me seguía preguntando: ¿Si esto fue ella,
cómo sería la verdadera María? María sí entendió en toda su magnitud el suceso
de la obra que Dios estaba comenzando en favor de la humanidad y de la cual era
partícipe empezando por ella misma: “y mi espíritu se regocija en Dios mi
Salvador” (v. 46), porque de generación en generación se extiende su
misericordia.
No dejes pasar el
tiempo; haz un alto y dedícale un espacio especial al Señor. Esta época es
propicia ya que los corazones en general están alegres y dispuestos. ¡Hazlo!
Amado Señor: Quisiera
que brotaran de lo más recóndito de mi ser, palabras que demuestren el profundo amor y reconocimiento que me
inspiras. No soy más que una hija tuya sin elocuencia alguna para dirigirme a
Ti mi Señor. Igual que María también quiero decirte que me regocijo porque eres mi Dios y Salvador personal. Gracias
por haber nacido en un humilde pesebre y por todo lo que después hiciste por
mí. ¡Gracias buen Jesús!
Un abrazo y
bendiciones.
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