sábado, 13 de diciembre de 2014

Eres el Todo infinito en nuestras vidas




Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. 
Isaías 9:6.


Lectura: Isaías 9:1-7.  Versículo del día: Isaías 9:6.

MEDITACIÓN DIARIA

El niño Jesús, que nació en Belén de Judea es el único que puede aportarnos el sabio consejo; la fortaleza perdida y la paz verdadera porque Él dentro de su deidad lo encierra todo.   
La Biblia afirma que el éxito depende de los muchos consejeros (Proverbios 11:14), y de cuando abunda el consejo los planes prosperan (Proverbios 15:22); o sea que en la multitud de consejos está la sabia decisión. ¿Qué es un consejo? El consejo es el parecer o dictamen que se da o toma para hacer o no hacer algo. El Señor Jesús es el Consejero admirable; es el mejor Consejero al que podemos acudir. Es el Consejero ideal; nos aconseja con las verdades que sabe que necesitamos como humanos. Su sabiduría es uno de sus atributos y nunca querrá engañarnos porque desea lo mejor para nosotros.
¿El peso de las cargas es insoportable y la fuerza se derrumba? El Señor Jesús es Dios fuerte: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso” (Mateo 11:28).
Las noticias malas abundan y el mundo tan convulsionado en que vivimos nos roba la paz. Hay desasosiego, inquietud, malestar, incertidumbre por el mañana. Jesús dijo: “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden” (Juan 14:27). El Señor Jesús es el Príncipe de paz.
También dijo: “El Padre y yo somos uno” (Juan 10:30). “¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él” (1 Juan 3:1).
El niño Jesús, el Hijo concedido está listo para que todo aquel que le crea, tenga con Él la vida eterna. Es el Mesías esperado, el Salvador del mundo y quien quiere regalarte una vida plena donde puedas reposar a su lado. Su amor no tiene límite es un amor ágape y en esta Navidad está dispuesto para ti.

Amado Señor Jesús: Gracias porque eres el Todo infinito en nuestras vidas. Te pedimos que conmemorando tu nacimiento sean muchos los que entiendan el Dios eterno que eres y acepten lo que viniste a ser por ellos en el mundo. Gracias Señor porque  en ti se encierran todos nuestros anhelos, deseos, preocupaciones, alegrías y tristezas. ¡Te amamos Señor y nos regocijamos con tu venida!

Un abrazo y bendiciones.

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