A fin de cuentas, más se aprecia al que reprende que al que adula.Proverbios 28:23.
Lectura: Proverbios
28:1-28. Versículo del día: Proverbios
28:23.
MEDITACIÓN DIARIA
Pensé hacer el
devocional sobre el perdón, pero el Espíritu Santo me mostró a través del mismo
lo que a continuación describo:
El perdón a veces lo
vemos muy fácil, pero como dicen: ‘los toros se miran desde la barrera’. He
conocido gente que perdona una y otra vez a la misma persona, quizá basándose
en lo que el Señor enseña sobre el perdón y también pregunto: ¿Hasta dónde el agredido ha sido
manipulado por el agresor? Si el agresor sabe de antemano que haga lo que haga
siempre va a encontrar un corazón perdonador. Él perdonado pasa por encima de
la otra persona vulnerando hasta su dignidad y llega el momento en que el perdón para éste se
convierte es en alcahuetería. Personalmente creo que hay que distinguir muy bien
entre perdonar y alcahuetear. Cubrir la falta no hace bien; hay que reprender
al agresor: “Más vale ser reprendido con franqueza que ser amado en secreto.
Más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa” (Proverbios
27:5-6).
Si en verdad se quiere
ganar al hermano, se debe encarar el problema y disciplinarlo. Tito dice muy
claro: “Esto es lo que debes enseñar. Exhorta y reprende con toda autoridad.
Que nadie te menosprecie” (Tito 2:15). La reprensión sabia conduce a la
disciplina y por ende a la restauración. Preguntémonos si nos hace falta
reprender más, para también recibir más.
Amado Señor: Te pedimos
sabiduría para entender a los que no atienden la corrección y con amor
enseñarles disciplina como Tú a diario nos la enseñas. Gracias buen Señor.
Un abrazo y
bendiciones.
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