Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.2 Timoteo 2:15.
Lectura: 2 Timoteo 2:
1-26. Versículo del día: 2 Timoteo 2:15.
MEDITACIÓN DIARIA
Hace como cinco años
hice un devocional sobre este mismo pasaje. Trataré de recordar algo de lo que allí
escribí porque me parece importante, más ahora que el mundo está peor de caótico,
como si el periodo de la gracia estuviera llegando a su final. Debemos presentarnos ante el Jefe supremo para
realizar el mejor trabajo
encomendado. Esto es con las mejores
galas y con el respeto debido; nosotros como su Iglesia debemos ir vestidos de
lino fino y resplandeciente, sin mancha alguna.
Esmerándonos en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz; con corazón
limpio y dispuestos a enseñar con humildad (v. 22-24).
“Entonces oí la voz del Señor que decía: —¿A
quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí!”
(Isaías 6:8). ¿Creemos que no hemos oído
la voz del Señor? ¡Qué equivocados
vivimos!; miremos el mundo que nos rodea: guerra, destrucción, violación,
inmoralidad sexual, egoísmo extremo, etc. ¿y nosotros quietos? Queremos que el Señor regrese pronto porque
estamos hastiados de tanta maldad ¿y la misericordia por los que quedan? Preparémonos como obreros dignos de su
mandato y respondámosle con corazón sincero: Aquí estoy Señor. ¡Envíame a mí! “Dichosos los ojos de ustedes porque ven, y
sus oídos porque oyen” (Mateo 13:16).
Amado Señor: Pon en
nosotros el querer como el hacer por tu buena voluntad, para presentarnos ante
ti como obreros intachables. Deseamos
servirte en la misión encomendada
llevando a tus píes a tantos cautivos por el pecado. Si en algo podemos dejar una semilla tuya,
permite que lo hagamos en bien de la salvación de las almas y de la paz que
tanta falta nos hace. Gracias buen
Señor.
Un abrazo y
bendiciones.
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