sábado, 19 de julio de 2014

Misericordia quiero




Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad. 
2 Timoteo 2:15.


Lectura: 2 Timoteo 2: 1-26.  Versículo del día: 2 Timoteo 2:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Hace como cinco años hice un devocional sobre este mismo pasaje. Trataré de recordar algo de lo que allí escribí porque me parece importante, más ahora que el mundo está peor de caótico, como si el periodo de la gracia estuviera llegando a su final.  Debemos presentarnos ante el Jefe supremo para realizar el  mejor trabajo encomendado.  Esto es con las mejores galas y con el respeto debido; nosotros como su Iglesia debemos ir vestidos de lino fino y resplandeciente, sin mancha alguna.  Esmerándonos en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz; con corazón limpio y dispuestos a enseñar con humildad (v. 22-24).    
“Entonces oí la voz del Señor que decía: —¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí!” (Isaías 6:8).  ¿Creemos que no hemos oído la voz del Señor?  ¡Qué equivocados vivimos!; miremos el mundo que nos rodea: guerra, destrucción, violación, inmoralidad sexual, egoísmo extremo, etc. ¿y nosotros quietos?  Queremos que el Señor regrese pronto porque estamos hastiados de tanta maldad ¿y la misericordia por los que quedan?  Preparémonos como obreros dignos de su mandato y respondámosle con corazón sincero: Aquí estoy Señor. ¡Envíame a mí!  “Dichosos los ojos de ustedes porque ven, y sus oídos porque oyen” (Mateo 13:16).

Amado Señor: Pon en nosotros el querer como el hacer por tu buena voluntad, para presentarnos ante ti como obreros intachables.  Deseamos servirte en la misión encomendada  llevando a tus píes a tantos cautivos por el pecado.  Si en algo podemos dejar una semilla tuya, permite que lo hagamos en bien de la salvación de las almas y de la paz que tanta falta nos hace.  Gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.   

No hay comentarios: