lunes, 7 de julio de 2014

Una orden seguida de una promesa




Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.  
 Josué 1:9.


Lectura: Josué 1:1-18.  Versículo del día: Josué 1:9.

MEDITACIÓN DIARIA

A  veces, las dificultades diarias y los afanes de la vida nos hacen perder el rumbo y nos sentimos cansados, agobiados, solos, débiles y sin ánimo alguno.  Sin embargo, a pesar de cuanta dificultad se nos presente en el camino, tenemos que saber y tener la seguridad que tenemos a un Dios que jamás nos dejará; que nos acompañará por dondequiera que vayamos.
El inconveniente es que con frecuencia se nos olvida y al menor tropezón, ya queremos tirar la toalla.  Siempre pensamos que nuestros problemas son muy grandes y para esto una buena dosis, sería mirar a nuestro alrededor y comprobar que hay personas que conviven con muchas más dificultades que nosotros.  Perdemos el norte porque no tenemos la mirada fija en el autor y consumador de nuestra fe (el Señor Jesucristo).  Fácilmente nos desviamos a derecha o a izquierda, sin ir en dirección recta buscando la fortaleza y seguridad que viene de Dios. Si somos obedientes a la orden: “¡Sé fuerte y valiente!”;  la promesa: “el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas”, no se hará esperar. 

Amado Señor: Te damos gracias por estar siempre a nuestro lado cuidándonos y alentándonos para seguir adelante.  Enséñanos a cumplir la orden de ser fuertes y valientes en todo tiempo y circunstancia, porque si Tú nos das la ordenanza es porque también nos das la promesa de no abandonarnos y Tú no mientes.

Un abrazo y bendiciones.

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