Cuando hagas un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque a Dios no le agradan los necios. Cumple tus votos: Vale más no hacer votos que hacerlos y no cumplirlos.Eclesiastés 5:4-5.
Lectura: Eclesiastés
5:1-7. Versículos del día: Eclesiastés
5:4-5.
MEDITACIÓN DIARIA
Un voto es una promesa.
La Versión Reina Valera nos lo expresa así: “Mejor es que no prometas, y no que
prometas y no cumplas”. A veces somos
ligeros de palabra y no tenemos en cuenta lo que hablamos y dentro de lo que
hablamos, lo que prometemos. Pasa
frecuentemente; estamos acostumbrados a hablar por hablar con los hijos,
especialmente cuando son pequeños y aun con los grandes y personas mayores:
prometemos y no cumplimos. ¡Pero
ojo! Con Dios no podemos hacer lo mismo. Si a Dios le prometemos algo, hay que
cumplirlo. En la Biblia tenemos el ejemplo
de Jefté, un juez que gobernó a Israel y le juró a Dios que si le entregaba a
los amonitas, ofrecería en sacrificio lo primero que saliera de su casa a
recibirlo. Pues salió con panderetas y
júbilo su única hija y tuvo que cumplir su juramento (Jueces 11:30-39). “No permitas que tu boca te haga pecar, ni
digas luego ante el mensajero de Dios que lo hiciste sin querer” (v. 6a en la
lectura).
Aprendamos a ser
consecuentes con lo que hablamos y de esta manera nos evitamos hablar a la
ligera, y menos con Dios; a Dios no
podemos engañar porque de Él nadie se burla (Gálatas 6:7). “Trampa es consagrar algo sin pensarlo y más
tarde reconsiderar lo prometido” (Proverbios 20:25). Hay que cuidarnos de hacer falsas promesas. No
podemos hacer lo que hacen los demás. La
sociedad está plagada de ilusorias promesas y entonces, en momentos de angustia
le prometemos a Dios cambiar nuestro modo de vida, y cuando el Señor responde y
se ha resuelto el problema, lo prometido queda en deuda; se olvida por
completo. Los compromisos son para
cumplirlos; de lo contrario estamos pecando.
Amado Señor: Gracias te
damos por tu Palabra. Enséñanos a
ministrar bien nuestra boca, para que no seamos necios ofreciendo lo que no
podemos cumplir tanto para nuestro prójimo como para Ti y para nosotros mismos.
Un abrazo y
bendiciones.
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