martes, 15 de julio de 2014

La oración santifica los alimentos




Todo lo que Dios ha creado es bueno, y nada es despreciable si se recibe con acción de gracias,  porque la palabra de Dios y la oración lo santifican.   
1 Timoteo 4:4-5


Lectura: 1 Timoteo 4:1-16.  Versículos del día: 1 Timoteo 4:4-5.

MEDITACIÓN DIARIA

Personalmente y digo, personalmente, porque creo que en estos tiempos se ha vuelto casi como una obligación para muchos, el hacer a un lado la comida que Dios no ha dejado, aduciendo que todo es malo.  No estoy en contra de cuidar la salud, pero considero que tampoco se puede llegar a extremos, porque entonces estaríamos volviéndonos de pronto idólatras de nosotros mismos, o de los animales que no queremos dañar.   Dios todo lo hizo en perfecto orden, de ahí la cadena alimenticia; es la base de la subsistencia y el ser humano no es la excepción.  Nosotros como cristianos tenemos que aprender a dar gracias por los alimentos y como dice el versículo: “nada es despreciable si se recibe con acción de gracias”.  No podemos dejarnos guiar por las tendencias y creencias de estos tiempos (vv. 1 y 2); tengamos cuidado porque ahora a lo malo llaman bueno; y a lo bueno malo: “... y no permiten comer ciertos alimentos que Dios ha creado para que los creyentes, conocedores de la verdad, los coman con acción de gracias” (v. 3).
Mi consejo seria las mismas instrucciones que Pablo afirma que encarguemos y enseñemos: “Rechaza las leyendas profanas y otros mitos semejantes.  Más bien, ejercítate en la piedad” (v. 7).  Ahora bien; se trabaja con ahínco y responsabilidad, entonces, aprovechemos, el fruto de nuestro trabajo: “En efecto, si trabajamos y nos esforzamos es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen” (v. 10).  Eclesiastés también dice que no hay nada mejor para el hombre que disfrutar de sus afanes; que el comer y alegrarse provienen de Dios (Eclesiastés 2:24-25).   De mi parte como todo consejo: se toma o se deja.

Amado Señor: Enséñanos a ver tu creación perfecta y a entender que todo lo dispusiste para que estuviera al servicio del ser humano pensando en nuestro bien. Gracias porque todo lo tuyo es bueno y nada es despreciable.

Un abrazo y bendiciones.

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